Dificultades en las tareas de rescate
De acuerdo con los rescatistas, las tareas de excavación fueron más complicadas de lo esperado, pues la maquinaria pesada y las excavadoras no consiguieron acceder a las carreteras sumergidas en lodo.
"Oímos el ladrido de un perro a primera hora de la mañana, y cuando estábamos a medio camino de la capa de lodo de 7 metros, ya había desaparecido toda señal de vida", afirmó un oficial.
Rocas de más de 20 toneladas habían aplastado edificios y no había forma de retirarlas.
Conmovidos por el esfuerzo y perseverancia de los rescatistas, muchos supervivientes se sumaron al rescate. Algunos se unieron a ellos y otros ayudaron en la asistencia a las víctimas.