Dong Yuanyuan fue golpeada brutalmente durante el incidente del domingo en Urumqi, capital de la Región Autónoma de Xinjiang. Dong contrajo matrimonio unos días antes, el 2 de julio. Luego del ataque no ha tenido noticias sobre el paradero de su esposo.
Dong Yuanyuan, de 24 años, estaba a punto de partir hacia su luna de miel en Shanghai antes de que ella y su esposo fueran atacados por el grupo que causó los disturbios en Urumqi el domingo. Hoy debería estar pasando la mejor semana de su vida, sin embargo, está convaleciente en la cama del Hospital del Pueblo, en la capital regional.
La última vez que vio a su esposo fue unos segundos antes de perder el conocimiento a causa de los golpes, afirma no saber sobre el paradero de su pareja. Ahora, lo único que le queda es orar por la vida de su marido, quien quizá sea uno de los que están siendo tratados en las unidades de cuidados intensivos, justo como ella.
Dong declaró que el autobús del transporte público en el que viajaban fue detenido por una lluvia de piedras. El conductor les indicó que bajaran de la unidad y “corrieran por sus vidas”, pero antes de poder escapar, la turba enardecida ya les había rodeado.
Según Dong, quienes la atacaron eran miembros de la etnia uigur. Dong, de la etnia han, explicó que intentó hablar con sus atacantes en uigur (lengua de la que conoce algunas palabras pues es originaria de Xinjiang). No obstante, Dong afirma que al percatarse de que era han, los atacantes la comenzaron a golpear sin piedad. A esta chica de 24 años no le queda duda alguna de que fue atacada por su origen étnico.
Después de la golpiza, una mujer uigur salvó la vida de Dong. La levantó del suelo y la llevó hasta una habitación, donde la escondió hasta que terminó el disturbio. Desde su escondite, Dong vio cómo le prendían fuego al autobús en el que viajaba.
