La investigación inicial mostró que el disturbio fue planeado por el Congreso Mundial Uygur encabezado por Rebiya Kadeer, de acuerdo con el gobierno regional.

"El disturbio es un crímen premeditado, organizado y violento. Es instigado y dirigido desde el extranjero y ejecutado por proscritos en el país", afirmó el gobierno en una declaración.

Según el gobierno, el Congreso Mundial Uygur recientemente ha estado instigando un disturbio vía internet entre otros medios, haciendo un llamado a los proscritos a "ser más valientes" y "hacer algo grande".

Nur Berki, presidente del gobierno regional de Xinjiang, dijo en un discurso televisado en la mañana del lunes, que la acción vino después de un conflicto entre grupos de las nacionalidades Uygur y de Han en una fábrica de juguetes el 26 de junio en la provincia sureña de Guangdong.