siguientes ocho cometidos:
a) Hacer asumir de veras la responsabilidad por las metas establecidas. Hemos de aplicar estrictamente el sistema de responsabilidad por las metas de ahorro de energía, disminución de insumos y reducción de emisiones y descargas contaminantes, instituir de modo acelerado sistemas científicos y unificados de indicadores estadísticos y de vigilancia sobre el ahorro de energía y la reducción de emisiones y descargas contaminantes, y completar el mecanismo de evaluación y verificación de los resultados reales de estas tareas.
b) Destacar los ámbitos prioritarios. En sectores y campos clave como los de siderurgia, metales no ferrosos, energía eléctrica, petróleo, petroquímica, industria química y materiales de construcción, se aprovecharán las inversiones centrales y territoriales para ejecutar íntegramente los diez programas prioritarios de ahorro energético, entre ellos la transformación de las calderas u hornos industriales a carbón de baja eficiencia, la producción combinada de energías térmica y eléctrica a escala zonal, la utilización de calor y presión residuales, el ahorro y la sustitución de petróleo y la iluminación ecológica. Vamos a potenciar la gestión del ahorro energético en aquellas empresas importantes que consumen anualmente más de 10.000 toneladas de carbón estándar, profundizar la acción encaminada a economizar energía en 1.000 empresas, fortalecer la auditoría del consumo energético, e intensificar la investigación crucial y la generalización de determinadas tecnologías sustanciales seleccionadas en virtud de su gran potencial de ahorro energético y amplia aplicabilidad en aquellos sectores significativos por su consumo de energía.
c) Ejercer un riguroso control en origen. Hemos de implantar el sistema de valoración y verificación de la ahorratividad energética de los proyectos de inversión en activos fijos, tomando el consumo de energía como umbral de acceso obligatorio para su examen, ratificación, autorización y puesta en marcha. A los productos consumidores de energía se les aplicarán las normas de eficiencia energética mínima y se les fijarán e impondrán límites de gasto energético, se establecerá un sistema de cuotas para el consumo en las construcciones públicas y se ampliará la esfera de aplicación de los identificadores obligatorios de eficiencia energética. Hay que mejorar la modalidad de coordinación en la generación eléctrica y acelerar la labor de fomento de las grandes unidades y recorte de las pequeñas en el sector termoeléctrico, para cuyos efectos se van a suspender o cerrar este año unidades menores hasta una capacidad total de 10 millones de kilovatios. Es preciso incluir dotaciones de equipos desulfuradores simultáneamente a la construcción de cualquier nueva central termoeléctrica, promulgar y ejecutar el programa de