flexibilizar el control”, persistiremos en tomar el apoyo a la solución de los problemas relativos a la agricultura, el campo y el campesinado como la primera de nuestras tareas más importantes en lo que respecta a la programación presupuestaria y el trabajo fiscal. En 2007, los diversos gastos asignados por la hacienda central a esta tarea sumarán 391.700 millones de yuanes, con un incremento de 52.000 millones, el 15,3%, sobre el año anterior. Primero, ejecución estricta de la política de aumento de inversiones. Las inversiones gubernamentales aumentadas se van a dedicar primordialmente a la edificación de un nuevo agro socialista, garantizando cierto incremento respecto a 2006 de las destinadas al mejoramiento directo de las condiciones de vida y producción en las zonas rurales. Se continuará llevando a efecto la política de dirigir las inversiones incrementadas para gastos de educación, sanidad y cultura principalmente a estas zonas, y se elevará también el porcentaje de los gastos en ellas a cuenta de ingresos del impuesto sobre la compra de vehículos motorizados. Los ingresos de la cesión de tierras, tras ser utilizados para asegurar el pago íntegro de las indemnizaciones por expropiaciones de tierras, demolición de casas y traslado de sus ocupantes, se dirigirán prioritariamente al fomento de un nuevo agro socialista, y de entre ellos se aumentará paso a paso la parte dedicada a la explotación de terrenos agrícolas y la construcción de infraestructuras rurales. Segundo, intensificación de la concesión de subsidios de apoyo a la agricultura. La hacienda central asignará 5.570 millones como subsidios al cultivo de variedades mejoradas y 1.200 millones a la compra de máquinas y aperos agrícolas, lo que hace un incremento de 1.420 millones y 600 millones, respectivamente, frente al año último, y mejorará de forma científica las políticas y modalidades en este aspecto. Se completarán en mayor medida los métodos de concesión del subsidio directo integral para la compra de medios de producción agrícola y del subsidio directo a la producción cerealera, para la que se va a explorar la creación de un sistema de subvención integral. Se impone aplicar y perfeccionar la política de fijación de precios mínimos de adquisición de cereales, con el fin de estabilizar los ingresos de los campesinos en el cultivo de grano. Tercero, apoyo a la implantación a escala nacional del sistema de garantía del nivel de vida mínimo para la población rural. A tal efecto, la hacienda central asignará subsidios por valor de 3.000 millones de yuanes para estimular a las regiones que ya tienen establecido este sistema a perfeccionarlo y para apoyar a las que no lo han hecho a explorar activamente su creación. Las autoridades territoriales deben, conforme a sus respectivos niveles de desarrollo económico y capacidades financieras, definir la cobertura de tal garantía a los que deben ser beneficiados y las cuantías correspondientes, y la hacienda central