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spanish.china.org.cn | 03. 12. 2021 | Editor:Elena Yang Texto

EE.UU. instiga “revoluciones de color” que derrocan gobiernos para mantener su influencia

Palabras clave: EE.UU., gobierno


Flagelo del mundo

Desde fines del siglo XX, las revoluciones de color han socavado Asia Central, la antigua Unión Soviética y Europa del Este.

Si indagas profundamente en estos escenarios, es probable que encuentres el malintencionado accionar estadounidense.

Los países eurasiáticos han sido los más afectados de este intento de Estados Unidos por incitar sentimientos antigubernamentales y suplantar regímenes.

A finales de 2003, Estados Unidos forzó la renuncia de Eduard Shevardnadze, entonces presidente de Georgia, por un supuesto "fraude" en el conteo de votos de las elecciones parlamentarias, y ofreció su respaldo al líder de la oposición, Mikhail Saakashvili, como gobernante en lo que sería la "Revolución de las rosas".

Lo mismo sucedió en Ucrania en octubre de 2004, al inventar un escándalo de "fraude" en los comicios e incitar a la juventud local a salir a las calles y respaldar a la cabeza del bando contrario, Viktor Yushchenko, quien luego fuera elegido presidente, en lo que se conoce como la "Revolución naranja".

Una vez más, en marzo de 2005, Estados Unidos exacerbó los ánimos en Kirguistán y fomentó manifestaciones contra los resultados del proceso electoral parlamentario, las cuales terminaron en fuertes disturbios. La "Revolución de los tulipanes" terminó con la huida del mandatario, Askar Akayev.

En octubre de 2020, el director del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, Sergei Naryshkin, acusó a Estados Unidos de la planificación de otra "revolución de color" en Moldavia. Naryshkin declaró que Washington interfirió de forma brutal en los asuntos internos de países vecinos de Rusia.

 

Choque entre manifestantes y la policía en El Cairo, Egipto, el 19 de noviembre de 2011.  


Estados Unidos también estuvo detrás de los movimientos de la "Primavera árabe" en el mundo árabe con olas de protesta y violencia antigubernamental que dieron pie a guerras civiles en algunos países y provocaron caos y devastación en sus pueblos. La región sufrió transformaciones radicales, pero muchos todavía sufren el fuerte impacto de los levantamientos.

La revolución de color ha trabajado siempre en conexión con el sistema de control mundial de Estados Unidos, indicó el miércoles Zhang Shengjun, vicedecano de la Escuela de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Normal de Beijing.

En los últimos años, la táctica estadounidense ha apuntado hacia países y regiones vinculadas con China a fin de llevar a cabo su propósito de contener el desarrollo chino, puntualizó Zhang.


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