Tampax

La campaña de Tampax no nos enoja tanto, casi nos hace reír de lo absurdo y ridículo que resulta todo. Para empezar, es una campaña de San Valentín. Regala Tampax por San Valentín. Parece que los publicistas no tienen demasiado claro quién es su público objetivo (ni lo que significa un regalo de San Valentín, por otro lado). Nada claro, porque todo en este anuncio de un producto de higiene femenina es eminentemente masculino. Vemos una habitación de hotel, una caja con forma de corazón y a un hombre de punta en blanco dispuesto a triunfar con su cita. Se lo ve extendiendo sus brazos en señal de plegaria mientras es iluminado por una luz celestial. La composición del anuncio es totalmente clásica por lo que vamos pasando por todos sus elementos como si fueran las pistas de una adivinanza. Lo primero que vemos es el texto “Madre Naturaleza, por favor, la habitación ya está pagada”, luego al hombre en su plegaria, luego la caja de bombones y por último la marca, acompañada de un mensaje que deja a cualquiera fuera de juego: “Nuestros mejores deseos para San Valentín”.

Así que toda la venta de un producto para mujeres se basa en el “problema” de un hombre, que quizá no pueda tener sexo ese día por culpa de la menstruación de su pareja. Y la solución parece ser Tampax, aunque no vamos a pararnos a pensar en qué modo un tampón podría solucionar nada.

El anuncio no es tan antiguo, es de 2011, lo que nos da una prueba de lo poco en serio que se toman aún a las mujeres las grandes marcas al despreciarlas de esta manera como compradoras.