En esta foto, miembros de una familia proponen un brindis para un Año Nuevo feliz y próspero en la celebración de la Fiesta de la Primavera. En China, el brindis es la parte más importante de las festividades.

El Año Nuevo Lunar Chino es una temporada de indulgencias. Al tiempo que la atención está en los manjares y la obligación de deleitarse con estas fabulosas delicias, la cultura del brindis demanda a los varones beber, beber y beber.

Durante miles de años, el vino en China ha sido usado en rituales para venerar a los dioses y rendir tributo a los antepasados.

Hoy en día la cultura del brindis en China es popular y a pesar de que la vinculación original con los sacrificios y la adoración casi ha desaparecido, la ingesta de alcohol es un poderoso signo de respeto, cofradía, amistad, es el último lubricante social y la herramienta de ensamblaje.

La bebida es un importante ritual social entre los hombres adultos, y es considerada una descortesía y falta de respeto rechazar una copa, es un insulto y una pérdida de cara al anfitrión.

Es asumido entre aquellos inclinados a la bebida que mientras más se bebe, más respeto es el que uno demuestra.

Esta mentalidad es difícil de entender para algunos extranjeros, incluso para aquellos aficionados al trago. A muchos de ellos no les gusta que los presionen, especialmente cuando ya han bebido más de la cuenta.

James Morris, un trabajador eventual estadounidense con residencia en Shanghai, trabaja de vez en cuando como presentador de un programa de turismo de televisión.

Mientras grababa un programa en la nororiental provincia china de Heilongjiang, se le presionó para beber continuamente en una cena de bienvenida ofrecida por el gobierno local. Después de varias copas rechazó seguir bebiendo.

“Les dije que ya había bebido demasiado para mostrar mi gratitud. No bebemos de esta manera en Estados Unidos, pero dijeron que teníamos que hacerlos a la manera china”, recuerda Morris.