Durante la dinastía Song (960-1279), bajo la influencia de las ideas del budismo Zen, las estatuas empezaron a perder el énfasis en los aspectos más sagrados e idealizados de Buda. Las imágenes de Buda y Boddisattva fueron reemplazadas por estatuas de Arhat más secularizadas. Este cambio puso un acento más humano en las figuras, haciéndolas parecer menos divinas, lo cual contribuyó a la expansión del budismo entre la población.

Las estatuas de Buda de la dinastía Yuan (1271-1911) son únicas por las características de las caras, las figuras, las posturas, las costumbres y los tronos en forma de flor de loto.