No es el primer caso en China en que una persona sufre un accidente y nadie la asiste.
En los últimos años, se han producido en varios lugares de China casos en los que una persona acudía a ayudar un anciano que había sufrido una caída en la calle; posteriormente, el anciano en cuestión denunciaba a esa persona en espera de obtener una compensación económica y, en algunos casos, ante la falta de evidencias, el ‘buen samaritano’ llegaba a ser condenado por los tribunales a pagar una indemnización. Desde entonces, muchos chinos se lo piensan dos veces antes de asistir a un accidentado, lo cual ha desatado un gran debate sobre la situación moral del país.