¿Por qué en China la gente no se atreve a ayudar a los ancianos accidentados?
Todo tiene su origen en la falta de ética por parte de algunos ancianos y dos sentencias judiciales absurdas. En los últimos años, se han producido en varios lugares de China casos en los que una persona acudía a ayudar a algún anciano que había sufrido una caída en la calle; posteriormente, el anciano en cuestión denunciaba a esa persona en espera de obtener una compensación económica, de manera que en algunos casos, ante la falta de evidencias, el ‘buen samaritano’ se veía condenado a pagar una indemnización a la persona a la que había auxiliado.
Tal y como dijo He Bing, profesor de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de China, estos dos casos causaron “la destrucción en su conjunto del sistema de ‘confianza social’ sobre el auxilio a los ancianos en caso de accidente”.
Cuando la virtud se ha convertido en una obligación, ¿quién se atreve a levantar a un anciano caído al suelo?
En China, mucha gente tiene una excesiva exigencia sobre la virtud, pero a veces elogian demasiado el acatamiento de las obligaciones establecidas por la ley. Ayudar a un anciano en caso de caída debería ser una exigencia ética; sin embargo, en muchas ocasiones se convierte más en una “obligación jurídica”.
Si la gente en una sociedad que ha entrado en una etapa de envejecimiento no se atreve a incorporar a un anciano accidentado, ¡les espera un horrible futuro!
La población china se encuentra en una dinámica de envejecimiento, con sus 150 millones de ciudadanos mayores de 65 años. Debido a la política del hijo único, la proporción de los ancianos será cada vez mayor. Si aquellos ancianos caídos al suelo no pueden tener una ayuda oportuna, la tasa de heridos y de fallecidos se puede elevar considerablemente. ¿Quién podrá mantenerse joven para siempre?
Singapur: multa elevada a los que acusan falsamente a quien les ayuda
En el sistema legal de Singapur se establece que los que acusan falsamente a una persona que les haya ayudado, tienen que pedir disculpas en persona al acusado y pagar un multa de entre una y tres veces el coste del tratamiento hospitalario y los medicamentos. En los casos graves, se considera como un delito de calumnias. Después de la aplicación de esta política, en Singapur no ha ocurrido ningún caso semejante, y los ciudadanos han dejado de preocuparse a la hora de ofrecer su ayuda.
El gobierno y la sociedad deben crear las condiciones necesarias para proteger las acciones heroicas con la justicia
Además de perfeccionar la ley, el gobierno debe adoptar varias medidas para garantizar legalmente los derechos e intereses de la gente que actúa moralmente. En los casos relacionados con los ancianos accidentados, se pueden instalar cámaras de vigilancia en los lugares públicos de un mayor número de ciudades, sobre todo en las vías importantes, y mejorar los servicios sanitarios y de urgencias para que las personas en estado grave reciban atención médica con la mayor presteza.
De una ‘sociedad de conocidos’ a una ‘sociedad de desconocidos’
Un importante motivo por el que la ayuda a los ancianos accidentados se ha convertido en un tema cadente consiste en la división entre las capas sociales y la situación económica de los ciudadanos, que provoca inseguridad y desconfianza hacia las personas desconocidas.
En la actualidad, nuestra sociedad es todavía una de “conocidos”, en que la gente sólo confía en aquellos que conoce. Sin embargo, una sociedad madura debe ser una de “desconocidos”.
Sustituir la ética por la ley y la confianza
La principal característica de una “sociedad de desconocidos” reside en el perfeccionamiento de su sistema legal como un núcleo que estandariza las relaciones entre los miembros de la sociedad. En estas circunstancias, la función estandarizada de la ley puede elevarse aún más.