El último soldado británico sobreviviente que combatió en la Primera Guerra Mundial, Harry Patch, murió a los 111 años de edad, informó hoy el Ministerio de Defensa del Reino Unido.
Se informó que Patch había estado enfermo durante algún tiempo y murió tranquilamente en un asilo.
Su muerte ocurre una semana después de que Henry Allingham, otro sobreviviente de la guerra y el hombre más anciano del mundo, murió a los 113 años.