Si retrocedemos 200 años en el tiempo, descubriremos que de los cien calígrafos y pintores chinos más famosos, por lo menos 20 lograron vivir más de 85 años, y el más longevo de ellos llegó a cumplir 109 años. Mucha gente ha investigado sobre el secreto de tal ancianidad y ha llegado a la conclusión de que en cierta medida se debe al estudio y práctica de año en año de la caligrafía y la pintura tradicional chinas.
Desde antes de la dinastía Qin (221 a.n.e.) hasta inicios del siglo XX, aunque la expectativa de vida de los chinos no rebasó nunca los 35 años, no resultaba raro que los calígrafos y pintores tuvieran una larga vida, como el gran calígrafo Liu Gongquan (778-865), que falleció a los 87 años, y el pintor Wen Zhiming (1470-1559), casi nonagenario.
En la actualidad, gracias al mejoramiento de las condiciones de vida y servicios médicos, la expectativa de vida se ha elevado en general, mientras que los calígrafos y pintores llegan a edades más avanzadas. Su Juxian (1882-1991), plumista muy conocido de Shanghai, seguía escribiendo con pincel a los 106 años, mientras su homólogo Sun Mofo (1883-1987) y el pintor Zhu Qizhan (1892-1996), dejaron sus pinceles a los 104 años. Por su parte, el pintor Li Jianchen (1900-2002) asistió a una exposición de pinturas suyas al convertirse en centenario, y el maestro de pintura tradicional china, Liu Haisu (1896-1994), después de los 90 años, subió en 10 ocasiones a las Montañas Huangshan a dibujar el paisaje natural. El pintor Wu Guanzhong, que en 2009 cumplirá 90 abriles, dijo: “no puedo vivir una vida sin hacer nada. Mientras vivo, no dejo de crear”. Y Huang Yongyu, veterano artista de 86 primaveras, siempre se pone muy animado cuando termina una obra, e invita a sus amigos a compartir la alegría.
Entonces, ¿cuál es la causa por la que los calígrafos y pintores gozan de una larga vida?
En primer lugar, la caligrafía y la pintura son trabajos intelectuales. Cuando los artistas usan el pincel para escribir o pintar, los dos hemisferios del cerebro se ejercitan alternativamente. La creación artística china es un proceso tranquilo, que por lo general se inicia con una concepción o composición artística, y luego se convierte en una creación prolongada, serena y continua. Durante ese proceso, el artista logra crear imágenes bonitas y estados de belleza reproduciendo las flores, pájaros, insectos y peces, así como figuras humanas, además de poemas y versos, lo cual proporciona mucha dicha y satisfacción espiritual, como bien define el fisiólogo ruso Iván Petrovich Pavlov, la alegría permite que la gente sienta más fácil cada pálpito y cada impresión de la vida y fortalece la salud.
En segundo lugar, la caligrafía y la pintura también fungen como ejercicios para fortalecer la función fisiológica. Lou Shibai, pintor de 91 años, al hablar sobre su longeva experiencia, comentó que una buena posición para pintar no sólo garantiza la calidad de la obra, sino que también constituye un ejercicio físico. La posición correcta, afirmó, consiste en mantener la cabeza recta, el pecho erguido, los hombros relajados y la respiración profunda, larga y natural, mientras que la mano debe sostener el pincel con la muñeca y el codo no estar apoyados en la mesa, de manera que al manejar el pincel, la muñeca y el brazo también se mueven constantemente en diversas direcciones, y los músculos y meridianos de la mano puedan ser ejercitados y regulados por el movimiento, efectos muy similares a los ejercicios en el Taijiquan.
En tercer lugar, el factor del ambiente también contribuye a la longevidad de los artistas. La caligrafía y la pintura requieren que los artistas se internen en la vida real y en la naturaleza, para dibujar paisajes. La naturaleza ayuda a cultivar el físico y el alma. Además, no pocos artistas tienen la costumbre de escuchar música durante el proceso de creación, lo cual contribuye a relajar también el cuerpo y calmar las emociones.
Yang Taiyang, pintor de la escuela Lijiang, se ha dedicado durante décadas a representar con el pincel los paisajes naturales del río Lijiang, dejando huellas por todas partes de la zona. Ya tiene 100 años y aún se mantiene muy sano y vigoroso. Su secreto reside en su manera de enriquecer la vida con la caligrafía y la pintura de la naturaleza año tras año.