La montaña llamada ‘Columna Meridional del Cielo’, en China.

La Montaña Hallelujah, en la película Avatar.

El experto en efectos especiales Eric Hanson buscaba paisajes para la película Avatar; en ello estaba cuando visitó Zhangjiajie, el parque natural de la provincia de Hunan, donde recogió imágenes para los espectaculares paisajes del que sería el mayor taquillazo de la historia del cine.

Las fotos que Hanson tomó, algunas de las cuales envió a un medio de investigación digital de la Universidad de Hunán, confirmaron que la montaña llamada ‘Columna Meridional del Cielo’, que se encuentra en el área de Zhangjiajie, fue tomada como prototipo para la configuración de la Montaña Hallelujah que aparece en la película y que es un lugar sagrado para los Na’vi, el pueblo ficticio que aparece en la superproducción.

El 25 de enero de este año, la minoría Tujia, que habita la zona de Zhangjiajie, celebró una ceremonia para rebautizar el espectacular macizo como ‘Montaña Hallelujah de Avatar’, una muestra de las pasiones que la película ha desatado, así como un caso flagrante de márketing opotunista...

Las autoridades del lugar, a sólo una hora de la próspera ciudad de Guangzhou desde la inauguración del ferrocarril de alta velocidad, esperan que el nuevo nombre llene los bolsillos de los lugareños.

Sun Yan, directora de la oficina local del Servicio Internacional de Turismo de China, dice que, desde que empezaron a ofrecer visitas temáticas sobre Avatar, numerosos turistas, individualmente o en grupo, han visitado la zona.

Un paisaje único de cuarzo y arenisca

El paisaje magnífico de areniscas de Zhangjiajie se formó hace 380 millones de años. La atención de los chinos se dirigió al lugar por primera vez cuando el pintor Wu Guanzhong dejó constancia de sus impresiones sobre el lugar en 1980 en un ensayo títulado ‘Al fondo de la habitación’. Veinte años después, Avatar ha puesto Zhangjiajie en el centro de la atención internacional.

Seis panoramas únicos en Yuanjiajie

La zona más espectacular de Zhangjiajie es Yuanjiajie, en el área paisajística de Wulingyuan. Aquí puedes tomar el funicular de Huangshizhai hasta la plataforma en lo alto de la montaña, sobre una caída vertical de mil metros hasta el valle de abajo. Una visión espectacular espera a aquéllos que se atrevan a ascender.

Desde el cercano pabellón de Liuqi se obtiene una panorámica de todo el parque: al este se encuentra la montaña Tianzi (Hijo del Cielo); al oeste está el templo taoísta de Chaotianguan, el monasterio de Longfeng’an, la Sala del Emperador de Jade (Yuhuanggong) y la pagoda de Qipanta; al norte, puede verse el bosque de Heizongnao, mientras que al sur queda al ciudad de Zhangjiajie.

Pero lo más espectacular es la ‘montaña Hallelujah’, que, como se describe en la guía turística del lugar, “es un pico aislado de 200 metros, con una cima cubierta de follaje y una sección intermedia rocosa, que se alza como un pilar que conectara el Cielo y la Tierra”.

Un trayecto de dos minutos en funicular te llevará al idílico Valle de Jingbianxi. Docenas de familias de la etnia Tujia viven en este valle atravesado por numerosos riachuelos de aguas cristalinas. Con suerte, podrás ver una salamandra gigante.

Consejos para el viaje

Clima: Zhangjiajie tiene un clima subtropical monzónico, con abundantes lluvias y sol. Los inviernos son cortos y la temperatura media anual ronda los 16ºC. Pero recuerda que las temperaturas en las cimas de las montañas podrían ser 3 o 4 grados menos.

Alojamiento: en la zona de Wulingyuan se encuentra el Wulingyuan International Resort, el Qinghe Grand Hotel y el Wulingyuan Hotel, que ofrecen alojamiento de alta categoría. Si prefieres quedarte en la ciudad, el Zhangjiajie International Hotel, el Jindu Hotel y el China Southern Fulilai Hotel son buenas opciones.

Gastronomía: La picante cocina de la etnia Tujia es otra de las razones para visitar Zhangjiajie. Los Tujia son también famosos por sus delicias ‘secadas al aire’. El restaurante de la aldea de Yuanjia, en Yuanjiajie, es una buena opción para degustar la cocina local.

Compras: El té verde, los kiwis y el tofu son productos locales. Otras buenas opciones para llevarse de recuerdo son los brocados y batiks o pinturas de tela que son muestra de la mejor artesanía local.