El lago Nam Tso se generó debido a los movimientos de la cordillera del Himalaya. Las praderas que lo rodean tienen abundantes hierbas, por lo que constituyen perfectos pastos naturales. A comienzos de cada verano, los patos salvajes se trasladan allí grupo tras grupo. En los alrededores del lago habitan osos, bueyes y burros salvajes, carneros azules, zorros, marmotas y otros animales salvajes. En el lago viven peces con escamas finas y peces sin escamas. A lo largo del lago crecen cordyceps sinensis, fritillaria, saussurea, entre otras valiosas plantas medicinales.
Según la leyenda, cuando llegó el año de cabra, los budas, las bodhisattvas y los dioses se reunieron en el lago Nam Tso para convocar una competición. La gente, al oir la noticia, acudieron en masa desde diversos lugares para hacer reverencias a los budas. Ellos dieron una vuelta a lo largo del lago con el propósito de dar buena suerte y felicidad. Esta actividad llegó a su auge el día 15 del cuarto mes del calendario tibetano y duró varios meses, con la participación tanto de los monjes como de los laicos.
Además del hermoso lago Nam Tso, hay otros elementos de visita obligada, como las extensas praderas, los animales y las tiendas de los pastores.
En las cuevas de roca al pie de la montaña situada junto al lago Nam Tso, se alojan numerosos lamas budistas, que sobreviven gracias a los pobladores tibetanos de la zona.