Esta montaña, situada al sur de Jinan y a tan sólo 2,5 kilómetros del centro urbano, es uno de los tres sitios más pintorescos del municipio. Sus famosos crisantemos figuran entre las ocho escenas turísticas más promocionadas de la ciudad. En 1959, fue abierta como parque, y a partir de 1981 convertida en una área turística protegida por su paisaje montañoso, y que incluye además estatuas de cuevas de los precipicios Huangshi de la dinastía Wei del Norte, ruinas del Templo Kaiyuan de la dinastía Tang en la montaña Fohui y el Cementerio de Mártires de la Revolución de 1911 en su pendiente oriental.
En el reinado de Kaihuang, de la dinastía Sui, se excavaron cuevas y se tallaron muchos budas en esta montaña, conocida históricamente con los nombres de Feishan, Lishan y Shunshan. De ahí nació su nombre actual, tras lo que se construyó el Templo de los Mil Budas.
La montaña destaca además por su belleza natural. Los densos bosques, la hierba y las flores suman más de 300 especies diferentes, y la montaña es verde en un 95 por ciento. Crecen bosques de árboles perennes, de hojas rojas, hermosas flores y arbustos silvestres. Se calcula que hay más de 300 ejemplares de cipreses y sóforas de más de cien años, siendo la sófora más antigua la conocida como “sófora de la dinastía Tang”. El paisaje montañoso cambia de color con las diferentes estaciones. Sobre todo, los crisantemos presentan una visión inigualable. Entre las flores y los árboles rodeados de neblinas, los crisantemos florecen abigarradamente y el viento fresco impregnado de su aroma reconforta el corazón.
Por otro lado, parte de las reliquias de esta montaña reflejan la cultura budista, como la Cueva de Diez Mil Budas, las grutas Qianlou, Longquan y Jile, el Templo Xingguo, el Jardín del Buda Maitreya, los dieciocho discípulos de Buda y el Buda Acostado, y otras conmemoran al sabio monarca antiguo Shun en la montaña Shungengshan, como el Templo del Emperador Shun, el Templo Ancestral de Shun, el Pabellón de los Tres Sagrados, el Patio de Lishan y el Jardín de la Pintura Rupestre de Shun. Otro sitio extraordinario es el Cementerio de Mártires de la Revolución 1911, donde fueron sepultados 23 revolucionarios que sacrificaron su vida por derribar la dinastía Qing, impedir la restauración feudal de Yuan Shikai y luchar contra la dominación tirana de los caudillos militares.
