La ciudad, recostada sobre las montañas, se encuentra junto al río Tuojiang, a lo largo de cuya orilla se levanta una muralla de piedra roja. De las cuatro entradas construidas en la dinastía Qing sólo quedan dos: la este y la norte. Sus viejas puertas de hierro revelan también la majestuosidad de aquella época y todavía se conserva un tramo medio derruido de dos kilómetros de la antigua muralla construida en el período Kangxi de la dinastía Qing. Desde la muralla pueden verse el lindo río Tuojiang, las viviendas situadas dentro y fuera de la ciudad, así como las callejuelas enlosadas.
El río Tuojiang pasa cerca la entrada norte. La única salida de Fenghang al exterior es un puente de madera de 100 metros de largo con 15 bancos de piedra. Este puente es tan estrecho que cuando dos personas lo cruzan en direcciones opuestas deben andar con sumo cuidado. Al acercarse la noche, la orilla del río se ve más concurrida: mujeres que lavan ropa; gente que pasa por el puente; algunos ancianos que hacen volar sus cometas. Sentado junto al río, uno puede contemplar las verdes montañas y las aguas del río doradas por el sol poniente.
Las construcciones típicas de esta ciudad son las viviendas de madera de los miao , que suelen tener dos pisos. El de arriba es más amplio y da al río, mientras que el de abajo está sostenido por pilotes de madera hincados en la tierra. En el piso de arriba hay barandas y ventanas finamente talladas; el piso de abajo no se usa como habitación, pero las columnas también se tallan de diversas formas. La mayoría de las viviendas de este tipo fueron destruidas, por lo que sólo quedan unas diez levantadas en la dinastía Qing y al principio de la República de China. Algunas de ellas se utilizan hoy en día como hoteles. Después de ver los cambios registrados en su pueblo natal, Bao Zhongwen dejó su trabajo de cocinero y regresó a Fenghuang para dedicarse a la hostelería. En la vivienda típica que él dirige, llamada "Casa Tuojiang", el alojamiento cuesta 200 yuanes al mes y 20 yuanes al día.
La antigua vivienda de Shen Congwen está en una calle tranquila del casco antiguo. Esta vivienda, que tiene ya más de cien años de historia, fue construida por su abuelo cuando era funcionario. No es muy grande y en el centro del patio hay un pequeño pozo. En sus ocho habitaciones se exhiben manuscritos, fotos y diversas ediciones de las obras de Shen. En una pared de la habitación central cuelga su retrato. El tipismo del lugar puede apreciarse en las tallas de madera de las ventanas de la habitación lateral, que fue la que le sirvió de dormitorio. Shen nació en este lugar en 1902 y permaneció aquí hasta los 15 años, momento en que se trasladó a otro lugar. Desde entonces, su vivienda ha tenido varios dueños. En 1982, año en que Shen volvió a su pueblo natal, se encontró con que en su antiguo hogar vivían varias familias. En 1988 el Gobierno local recuperó la vivienda y, tras restaurarla, colocó en ella un letrero que dice "Antiguo hogar de Shen Congwen".
La antigua ciudad de Huangsiqiao y la Gran Muralla del Sur están fuera de Fenghuang. El prestigio de aquélla se debe al maestro sedero Huang, quien financió la construcción de un puente para facilitar las comunicaciones con los miao , que vivían fuera de la ciudad. De esta manera, a los miembros de esta etnia les resultaba más sencillo llegar a su sedería. En agradecimiento a su generosidad, el nuevo puente pasó a llamarse "Huangsiqiao", es decir, el puente del maestro Huang. En el casco antiguo hay más de 600 metros de muralla y cuatro entradas con su correspondiente torre de vigilancia. Sólo falta la torre de la entrada sur, destruida por un incendio poco después de su construcción. En esta antigua ciudad, donde viven cerca de cien familias, hay viviendas construidas sobre pilotes y antiguos campamentos. Si se cierran sus cuatro entradas, la ciudad resulta completamente impenetrable.
La Gran Muralla del Sur queda a unos diez kilómetros de Fenghuang, distancia que en coche se recorre en una media hora. Durante mucho tiempo, la única Gran Muralla que se conocía era la del norte de China. En abril del 2000, un grupo de arqueólogos descubrió un tramo de más de 200 kilómetros de esta muralla. Las investigaciones han demostrado que fue construida en tiempos de la dinastía Ming para impedir el paso a los miao , etnia que mantuvo incesantes conflictos y guerras con dicha dinastía. La Gran Muralla del Sur mide 2,3 metros de alto, 1,7 metros de ancho en la base y un metro de ancho en la parte superior. Las atalayas, de más de diez metros de altura, están construidas con enormes bloques de piedra. Posteriormente estos bloques fueron utilizados para construir viviendas y diques. La parte de la muralla y las atalayas en buen estado fueron restauradas por el Gobierno local en el año 2000.
La aldea de Duluo es un paraje muy lindo. En la lengua miao , "duluo" significa "bosque de bambú". Pero hoy en día esta planta no es tan abundante como en otros tiempos. La mayoría de las casas de esta aldea se levantan sobre una base considerablemente elevada con respecto al nivel del suelo. Dentro de la aldea de Duluo, que se encuentra en la ladera, hay una cascada magnífica cuya espuma salta hacia fuera, de modo que a los turistas les resulta muy fácil contemplarla de cerca. Los aldeanos dicen que más abajo hay una cascada aun más bella que tiene más de un metro de ancho y una caída de decenas de metros. Un poco más allá hay otra más pequeña. Cuando llegan las lluvias de verano, ambas se unen formando una cascada mayor.