La catarata voladora
Las cataratas Huangguoshu, de 74 metros de caída y 84 metros de ancho, son las más importantes de China y las mayores de Asia. El agua cae con el ímpetu de una avalancha desde un precipicio roto que mide 68 metros al estanque Xiniu provocando olas atronadoras. Bajo el sol, surgen de entre las neblinas diversos arco iris sobre la superficie del agua. Detrás de la cascada un sendero se extiende hacia la cueva Shuilian (Cortina de agua). Esta cueva cuenta con seis huecos gigantescos como ventanas, cinco "salas" amplias y tres fuentes que surgen de las cavernas. Contemplando los arcos iris desde la cueva se tiene la sensación de estar entre las nubes. Según la ventana por la que uno se asome, se contemplarán diferentes paisajes. En general, si hace buen tiempo, se verá el arco iris entre las nueve y las once de la mañana y, a veces, un "arco doble", o sea dos arcos juntos, uno largo otro corto, uno de color profundo y otro más claro. Alrededor de la cascada Huangguoshu, hay muchas cuevas extrañas donde se amontonan estalactitas y estalagmitas de miles formas.
Cabe mencionar un aspecto desconocido por la mayoría, esto es, que Huangguoshu no es la única catarata, sino únicamente la mayor de un grupo de cascadas que incluye 17 en la superficie y 14 subterráneas. A un kilómetro contra corriente por el río Huangguoshu se llega a la catarata Doupotang, la más ancha (110 metros) del grupo. Tiene en su fuente un inmenso estanque de 15.000 metros cuadrados. La cascada Dishuitan, de 410 metros de caída, representa un abanico al revés o un velo de novia.
El señor Yang Junjiang quien ha visitado la catarata por muchas veces, nos reveló otro paraíso escondido cerca de la catarata Huangguoshu:
Sonido 2: A unos siete kilómetros de Huangguoshu se encuentra Tianxingqiao, gruta de típica configuración cárstica. Está compuesto por tres partes que son respectivamente el jardín natural de bonsáis, la cueva Tianxing (Estrellas celestiales) y el bosque de piedras sobre el agua. Paseando por este bosque, suenan arroyos bajo los pies, rugen cascadas, y las montañas verdes cubren el horizonte mientras los árboles exóticos y piedras extrañas dificultan la visión más cercana.