La NBA partía de la base de que, si los jugadores hubieran aceptado la oferta, la competición habría dado inicio el 15 de diciembre con 72 partidos por equipo en la temporada regular, 10 menos de los 82 habituales. De esta forma, se habría salvado uno de los platos fuertes de la competición, los encuentros de Navidad. Estaban programados un Dallas-Miami y un Lakers-Chicago que iban a ser televisados en directo y en abierto por una cadena de carácter nacional.
Si la situación ya era difícil, ahora se complica más. Los jugadores han decidido demandar a los equipos de la NBA acogiéndose a las leyes antitrust. Se han hecho con los servicios de David Bois, un prestigioso abogado especializado en este tipo de conflictos y que ya ha representado a los jugadores de la Liga de Fútbol Americano (NFL). El pasado marzo, el sindicato de jugadores de la NFL ya se disolvió por el mismo procedimiento que lo han hecho ahora los de la NBA. Tras un enrevesado proceso, la NFL y los jugadores llegaron a un acuerdo para firmar un convenio colectivo tras un lockout o cierre patronal que se prolongó durante 136 días. El cierre patronal de la NBA cumple hoy 138 días.
La cancelación de la temporada al completo se haría inevitable si no se llegara a un acuerdo antes de las dos primeras semanas de enero. Se calcula que los tribunales podrían tardar entre 45 y 60 días en establecer algún tipo de decisión que empezara a desbloquear la situación. Como en toda demanda, los demandantes podrían seguir negociando y retirarla de haber un acuerdo.
Los propietarios de los 30 clubes aseguran que acumulaban pérdidas de 220 millones de euros anuales y algunos de ellos han afirmado que podrían perder más dinero si hay temporada que si queda finalmente suspendida. El último cierre se produjo en la campaña 1998-1999. Entonces, el torneo empezó en enero y cada equipo jugó tan solo 50 de los 82 partidos programados en principio para la temporada regular.
La prolongación del conflicto en la NBA permite que algunos de sus jugadores sigan compitiendo en clubes europeos. Es el caso de los que lo hacen en el Real Madrid (Rudy Fernández, de Dallas, y Serge Ibaka, de Oklahoma), el CSKA (Kirilenko, de Utah), el Olimpia Milan (Gallinari, de Denver), el Maccabi (Farmar, de Nueva Jersey), el ASVEL Villeurbanne (Parker, de San Antonio, y Turiaf, de Nueva York), el Caja Laboral (Seraphin, de Washington, y Reggie Williams, de Golden State), entre otros. Varios se mantienen a la expectativa. Pau Gasol (Lakers), Marc Gasol (Memphis) y José Manuel Calderón (Toronto) se entrenan con el Barcelona Regal y ya han expresado su intención de no fichar por otro equipo mientras no se sepa si se suspende de forma definitiva toda la temporada de la NBA. Ricky Rubio (Minnesota) se entrena en Los Ángeles.
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