El piloto brasileño Felipe Massa fue dado de alta este martes del Hospital Alberto Einstein de Sao Paulo, en el que permaneció internado menos de 24 horas y dormirá esta noche en su casa, once días después del grave accidente sufrido en la prueba clasificatoria al Gran Premio de Hungría de Fórmula Uno.
El piloto de la Ferrari quien llegó a Brasil el lunes y, en principio, debería quedarse hasta el miércoles en el Einstein, recibió el alta tras someterse a varios exámenes y logró abandonar el hospital sin que la prensa lo descubriera.
"El fue reevaluado, sometido a nuevos exámenes de sangre, una resonancia del cráneo y una exploración oftalmológica. La conclusión fue que Felipe no tiene ninguna necesidad de una nueva cirugía en este momento. Lo que necesita ahora es reposo", dijo su médico personal Dino Altmann.
El médico explicó que el piloto de 28 años deberá someterse a revisiones oftalmológicas semanales y se someterá a nuevos exámenes en 30 días, pero no quiso especular cuando Massa podrá volver a las carreras.
Massa fue internado en estado grave el 25 de julio tras ser alcanzado en la cabeza por un muelle desprendido del vehículo de su compatriota Rubens Barrichello (Brawn GP) cuando corría a 240 kilómetros por hora en el circuito de Hungaroring, y estrellarse contra un muro de protección de neumáticos.
El impacto le rompió el casco, le golpeó encima del ojo y le provocó una fractura craneal, de la que fue operado y por la que se le indujo un coma artificial para evitar posibles daños cerebrales.
El piloto quedó internado en el Hospital Militar de Budapest hasta ayer (lunes), cuando fue dado de alta y viajó en un avión ambulancia hacia Brasil, acompañado por Altmann y su esposa Raffaela, embarazada de seis meses del primer hijo de la pareja.