Zhang Chunqi es un profesional voluntario en apoyo al Tíbet del Grupo Sanyuan de Beijing. Mediante una investigación científica y tecnológica de tres años, él ha logrado criar vacas Juanshan, capaces de producir leche en gran cantidad en el ‘techo del mundo’. Esta creación suya ha abierto otra puerta a las esperanzas de prosperidad para los pastores tibetanos, quienes lo llaman cariñosamente “dios de la riqueza de las vacas”.
En el Tíbet, lugar turístico famoso, la leche es extraordinariamente preciosa. Por lo general, la leche puede venderse a 10 yuanes por litro, por eso, criar vacas lecheras para alcanzar la prosperidad constituye el deseo de innumerables pastores.
Pese a su paisaje pintoresco, este lugar no es adecuado para la cría de vacas lecheras. Para superar esta dificultad, los gobiernos de diversas instancias han invertido grandes sumas de fondos para introducir toda clase de vacas, pero todos los intentos acabaron con fracaso.
Zhang Chunqi se graduó de la Universidad de Agricultura de Beijing y se ha dedicado al sector lácteo en el Grupo Sanyuan de Beijing durante más de 10 años. Dejando atrás las grandes expectativas en Beijing, llegó al Tíbet y desempeñó el cargo de jefe de la Estación de Esperma Congelado de Yaks del Distrito de Dangxiong, en la Región Autónoma del Tíbet.
Tras haber superado los obstáculos provocados por el clima y la soledad, Zhang ha completado numerosas investigaciones y análisis. En noviembre de 2004 presentó al departamento gubernamental pertinente el informe de viabilidad del proyecto de “Introducción y divulgación de bueyes sementales para productos lácteos de alta calidad del distrito de Dangxiong del municipio de Lhasa”.
Bajo el apoyo del Estado y los dirigentes, este proyecto fue incluido en los proyectos estatales de divulgación y demostración de ciencias y tecnologías agrícolas de 2005, y consiguió un millón de yuanes como apoyo financiero estatal, fondo que estuvo disponible a principios de 2006. A partir de entonces, el proyecto ha estado en ejecución enérgica y hasta la fecha ha obtenido buenos resultados.
Gracias a los incansables esfuerzos de Zhang Chunqi, 76 descendientes híbridos entre vacas Juanshan y yaks vieron la luz sin contratiempos. Según estiman los expertos autorizados del país, la producción anual de leche de estas vacas puede llegar a 2.000 ó 3.000 litros, un aumento de 10 a 15 veces con respecto a la producción anual de leche de los yaks ordinarios.
Cada vaca podrá traer a la familia criadora unos ingresos anuales de 20.000 a 30.000 yuanes, por lo que las vacas podrán convertirse en la variedad principal para el desarrollo de la industria láctea de las regiones ganaderas del Tíbet.
Zhang Chunqi ha dicho que cada vez que ve los rostros sonrientes de los pastores tibetanos, él siente la alegría en el fondo del corazón. Zheng cree que, como profesional voluntario en el Tíbet, todas sus acciones ya han sido recompensadas de la mejor manera.
