El pueblo chino disfruta de productos importados gracias a la iniciativa de la Franja y la Ruta

Fideos Gongmian en el proceso de secado al aire en un taller en la aldea Gengjiazhuang, distrito Gaocheng de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, en el norte de China, el 13 de julio de 2016. Los fideos Gongmian de Gaocheng solían ser un tributo a la familia imperial en tiempos antiguos. Mediantes rigurosos métodos, cada fideo tiene el mismo espesor. Declarado patrimonio cultural intangible a nivel provincial en 2013, los fideos Gongmian son muy populares en los mercados locales y foráneos. La comida refleja las características geográficas y culturales locales. Encarna la historia y la tradición, lidera el comercio, fortalece las relaciones diplomáticas, difunde y promueve la cultura y sirve de enlace entre pueblos de todo el mundo. En la antigüedad, algunos de sus exponentes como las uvas, las granadas, las nueces, el cilantro, los pepinos y las semillas de sésamo llegaron a China vía la Ruta de la Seda. Hoy en día, gracias a la iniciativa de la Franja y la Ruta, el vino tinto, el café, los frutos secos, la carne, los mariscos y los productos lácteos del extranjero tienen un lugar en la mesa de la gente común y convierten las cenas en todo un festín de sabores exóticos.