China publicó el primer libro azul sobre la seguridad nacional de China intitulado: "Reporte de investigación sobre la seguridad nacional de China 2014", en el que indica que bajo el fondo de las actividades terroristas internacionales, suceden también en China varias actividades terroristas en el territorio chino.
Este libro azul ha sido redactado y publicado por el Centro de investigación de estrategia y seguridad internacional del Instituto de Relaciones Internacionales y la Editorial de documentos de ciencias sociales de China.
Hablando de las actividades terroristas en el territorio chino, el subdirector del Instituto de relaciones internacionales contemporáneas de China, Feng Zhongping, así dijo:
"A mi entender, hay muchos aspectos que sufren la amenaza del terrorismo, que afecta la estabilidad social, la seguridad del poder político, y también el ambiente de nuestra vida."
Al parecer del Sr. Feng, se debe establecer un eficaz sistema de prevención y alerta contra el terrorismo:
"Ante tantas actividades terroristas, lo más importante reside en elevar nuestra capacidad de antiterrorismo, de control de crisis entre otros. También debemos reforzar nuestra colaboración internacionales en este aspecto."
China ha prometido fortalecer su lucha contra el terrorismo en la secuela de un cruento ataque en Urumqi el día 2 del mes corriente, pero una batalla aún más importante tiene que librarse en los frentes de la unidad y la solidaridad.
Noticias de un ataque terrorista en Urumqi, capital de la noroccidental Región Autónoma china de Xinjiang Uygur, ha profundamente conmovido al país que se recupera con dificultad de un asalto violento en la Provincia de Yunnan hace sólo dos meses.
De acuerdo con las cifras más recientes, tres personas fueron confirmadas muertas y 79 lesionadas, luego de que una turba acuchilló a personas a la salida de la Estación del Ferrocarril del Sur de Urumqi la noche del miércoles y colocó explosivos.
Ningún grupo ha reivindicado la responsabilidad por el ataque, que se registró justo cuando el presidente Xi Jinping concluyó una gira de cuatro días a la región.
No es una coincidencia que los terroristas lanzaran el ataque en este momento.
El sábado de la semana pasada antes de viajar a Xinjiang, Xi dijo que China enfrenta crecientes amenazas a la seguridad nacional y advirtió los peligros de terrorismo en una sesión de estudio del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China.
Xi ordenó esfuerzos para "resueltamente extirpar la desvergüenza de los terroristas", al añadir que el pueblo chino tiene que construir un "muro de bronce y hierro" para combatir el terrorismo "hacer que los terroristas como ratas huyan a través de la calle, con todo el mundo gritando: mátenlos".
Incluso durante su gira a Xinjiang, el presidente no desdeñó la importancia del contra-terrorismo, prometiendo desplegar una estrategia de "golpe a primero" en Xinjiang para disuadir a los enemigos y alentar a la gente.
Expertos creen que el ataque del día 2, que siguió a unos días de los comentarios de Xi, pretende retar la determinación de Xi, pero los terroristas se equivocan si piensan que ese tipo de violencia obligará a arrodillarse a un país de 1.300 millones de personas.
En su viaje más reciente a Xinjiang, el presidente Xi dijo que la unidad y el combate al separatismo son de la mayor importancia y en el interés esencial de todos los grupos étnicos de la región. Instruyó a los gobiernos locales a enfocarse en el desarrollo económico a fin de mejorar las vidas de la gente común y destinar más recursos al empleo, el alivio de la pobreza en las zonas rurales y la protección ambiental.
Al destacar que el presidente ha puesto una atención considerable en temas que tienen que ver con la calidad de vida de las personas, Zeng Heping de la Academia de Ciencias Sociales de Xinjiang, dijo que la instrucción conlleva un mensaje importante, que la unidad étnica y el bienestar de las personas son la clave para la estabilidad regional.
Es improbable que el ataque del día 2 signifique el fin de los intentos por alterar la paz y la estabilidad social.
En consecuencia, un mecanismo de largo plazo tiene que construirse para impedir este tipo de baños de sangre en Xinjiang en el futuro.