Los que esperaban detrás empujaron hacia adelante y se subieron a los camiones, ignorando los disparos de advertencia con los que los cascos azules intentaban mantener el orden.
En cuestión de minutos, los camiones fueron vaciados completamente.
Los reporteros en el lugar de los hechos afirmaron que el caos estuvo provocado por la enorme demanda de materiales y de ayuda y la aparente falta de experiencia de los cascos azules.