El Parlamento Europeo (PE) adoptó hoy una resolución sobre el Tíbet impulsada por un puñado de legisladores contrarios a China.
El documento, que confunde el bien y el mal, tiene el objetivo de apoyar al Dalai Lama y de ejercer presión sobre el gobierno chino.
La resolución, propuesta por unos cuantos legisladores del grupo Alianza de Liberales y Demócratas para Europa y del Partido Verde del PE, ignora la realidad en el Tíbet al urgir al gobierno chino a que "inicie un diálogo constructivo destinado a alcanzar un acuerdo político completo". También pide a China que considere "el Memorándum de Autonomía Genuina para los Tibetanos" propuesto por el Dalai Lama.
El documento también intenta internacionalizar la cuestión del Tíbet, que es una región autónoma de China.
En los años pasados, el gobierno central chino sostuvo paciente y sinceramente un número de conctactos y diálogos con los representantes del Dalai Lama.
Sin embargo, como el Dalai Lama y sus seguidores nunca han cesado sus actividades para separar al Tíbet de China, no se ha logrado ningún progreso sustancial en los diálogos.
El Memorándum de Autonomía Genuina para los Tibetanos del Dalai, bajo el velo de reclamar la autonomía, en realidad busca la independencia política del Tíbet y es contrario a la Constitución de China, dijo Sitar, subjefe del Departamento de Trabajo del Frente Unico del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), durante su visita a Estados Unidos en diciembre pasado.
Este año se conmemora el aniversario número 50 del final de la servidumbre feudal en el Tíbet.
Hace 50 años, el gobierno central de China frustró una rebelión armada del Dalai Lama y de sus seguidores para bloquear la reforma del Tíbet y separar a la región de China.
El 28 de marzo de 1959, se formó un nuevo gobierno tibetano local, liberando a millones de siervos y esclavos tibetanos, quienes constituían más de 90 por ciento de la población en ese entonces.
Sin embargo, con el apoyo de ciertos elementos contrarios a China en el Occidente, el Dalai Lama y sus seguidores han continuado las actividades encubiertas y abiertas para separar al Tíbet de China y restablecer la servidumbre feudal en la región.
El 14 de marzo del año pasado, los seguidores del Dalai Lama realizaron disturbios en Lhasa para presionar al gobierno central. Su violencia dio como resultado la muerte de 18 civiles y pérdidas materiales enormes.