Los Longtang (弄堂) aparecieron en Shanghai en la década de 1850 o 1860 y se convirtió en la residencia simbólica de los años 1930. Los centenares de puertas de piedra se yerguen estrechamente, formando así un gran grupo de casas que parecen apiñarse. Entre las puertas se forman pasajes estrechos y oscuros, que la gente denomina como Longtang.
Aquí se presentan relaciones de vecindad distintas a las demás formas residenciales modernas. Hay un dicho chino que dice que “un vecino vale más que un pariente lejano”. Los vecinos se relacionan estrechamente en estos espacios, que tienen una gran fuerza cohesionadora y provocan un fuerte sentido de comunidad, seguridad y familia.
Las principales actividades sociales en el Longtang son las de los ancianos y niños. En los modos residenciales contemporáneos, los ancianos y niños son un elemento que la gente no quiere omitir, pero que en realidad son omitidos. Sin embargo, el Longtang ofrece un buen lugar y buenas condiciones para las actividades públicas de este grupo de personas.
En los Logntang de Shanghai, se ven frecuentemente imágenes de mujeres que se sientan frente a las puertas y hacen las tareas domésticas a la vez que charlan y cuidan de los niños que juegan. Los ancianos jubilados juegan a las cartas o al ajedrez, o charlan alegremente.
Gracias a la larga convivencia, el Longtang se ha convertido en una gran familia para todos. Se comparten las alegrías, se ayuda y se media en las riñas entre los vecinos. Los ancianos se dedican a las actividades sociales que fomentan el bienestar, como limpiar, cuidarse mutuamente y a los hijos de los vecinos. Las relaciones de vecindad en el Longtang son naturales, por eso tienen más humanas y vivas.
El Longtang es un espacio residencial diversificado y complejo, donde conviven habitantes con diferentes profesiones y distintos niveles culturales. Se influyen recíprocamente en sus vidas cotidianas, lo cual permite que en esta particular atmósfera se forme una cultura cívica peculiar. Esta cultura, debido a la diversificación y complejidad de las cualidades culturales de los habitantes y sus interacciones, no derivará ni formará una atmósfera refinada. Así, la cultura del Nongtang se convierte en un fenómeno cívico común y armonioso, constituyendo una parte importante de la cultura cívica de Shanghai.
Las casas en el Longtang se enfrentan a los llamados “Longdao” (弄道, caminos), por eso los “Longdao” se han convertido en un espacio público. El Longtang es una zona rodeada y parece una ciudad cerrada, aislada del ruido de fuera. El fuerte sentido de localismo e identificación hace que los habitantes consideren el Longtang como su propia casa.
Las habitaciones en los Longtang tienen la iluminación natural insuficiente, un gran número de residentes e incluso un imperfecto sistema de agua potable. Por eso, las actividades caseras, como lavar la ropa, cocinar, comer y tomar el fresco, se trasladan al exterior, al aire libre, lo cual permite al Longtang convertirse en un verdadero “cuarto de estar público”.
Al precio de la vida privada, se estrechan más las relaciones de vecindad. En este mismo “cuarto de estar”, las personas viven en buena armonía. En contraste con las frías relaciones de vecindad de la actualidad, las del Longtang son admirables y envidiables. No es nada extraño que muchas personas que se han mudado fuera de estos espacios añoren el tiempo transcurrido en el Longtang.
