El Tíbet ha elaborado un plan para explotar sus abundantes recursos minerales con el objetivo de desarrollar su débil economía, mientras que promete que el proceso será "racional" para evitar daños al medioambiente y a la cultura locales.
"La explotación racional de nuestros recursos minerales es una forma rápida y eficiente para impulsar el desarrollo del Tíbet", expresó Dorje, alto funcionario del departamento regional de tierras y recursos.
"Tenemos que asegurar que la explotación sirva a los intereses del pueblo tibetano y minimizar su impacto sobre el medioambiente", destacó el oficial, también geólogo y académico de la Academia de Ingeniería de China.
De acuerdo con el plan, los recursos minerales contribuirán al menos en un 30 por ciento al PIB regional en la próxima década, ya que China está intensificando sus esfuerzos para construir una base de reserva estratégica de recursos naturales en la meseta.
El Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) anunció una serie de planes para lograr el desarrollo según la "estrategia de salto de rana" de la región, durante la quinta sesión sobre el trabajo en el Tíbet celebrada en enero pasado, incluyendo la construcción de una base de "reserva estratégica de recursos naturales" para reducir la pobreza del pueblo tibetano.
"El Tíbet ha estado experimentado el desarrollo más rápido de su historia", dijo Qiangba Puncog, presidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Regional del Tíbet, órgano legislativo local.
En los últimos ocho años, el Tíbet ha registrado un crecimiento económico anual de más del 12 por ciento, y unos 180.000 millones de yuanes (26.000 millones de dólares) fueron asignados a la construcción de infraestructuras locales, inversión de la que la mayor parte proviene del gobierno central, explicó.
El gobierno central seguirá invirtiendo en la región para desarrollar su economía remota y débil, así como para elevar las condiciones de vida de su pueblo, manifestó Zhang Qingli, secretario del Comité de la región autónoma del Tíbet del Partido Comunista de China.
El Tíbet cuenta con más de 3.000 reservas minerales conocidas incluyendo 102 variedades de recursos. Por ejemplo, en él están localizadas las mayores reservas comprobadas de cromo y cobre del país, según las estadísticas del departamento regional de tierras y recursos.
"Sin embargo, la industria mineral del Tíbet sigue siendo floja y contribuye sólo a cerca del 3 por ciento de la economía local", dijo Dorje a Xinhua.
La economía del Tíbet depende principalmente de la agricultura y la ganadería, sectores que implican a cerca del 80 por ciento de la población.
En 2020, la industria mineral contribuirá con entre un 30 y un 50 por ciento al PIB local, enfatizó. "Entonces, el Tíbet se beneficiará más de sus propias ventajas", dijo.
Por otra parte, Dorje advirtió del impacto potencial que las actividades de explotación pueden causar en el medioambiente.
"Tenemos que minimizar el impacto y evitar repetir los errores de otras provincias, como la explotación a costa del medioambiente", agregó.
El gobierno regional ha promulgado un documento para regular el mercado. Según él, sólo las compañías cualificadas y que cuenten con certificados de autorización y una buena reputación en el sector tienen derecho a llevar acabo las actividades de explotación.
Estas empresas deben tener un capital registrado de al menos 50 millones de yuanes, según la misma fuente. Además, los tibetanos locales serán contratados para participar en esas actividades.
El Tíbet ha marcado nueve zonas especiales para la industria mineral, incluyendo a una zona económica especial centrada en la mina de cobre Yulong, una de las mayores de este recurso del país situada en el este de la prefectura Qamdo, y otra en el lago salado en el noroeste, que podrá convertirse en una importante base de minerales salinos y litio. Fin