Un grupo de legisladores chinos está tratando de impulsar que se flexibilice la política de planificación familiar en el país con el argumento de que ésta ya no resulta adecuada para los tiempos actuales y generará problemas económicos y sociales en el futuro.

Los diputados de la tercera sesión anual de la XI Asamblea Popular Nacional (APN), máximo órgano legislativo del país, han iniciado un debate en el que alertan de las consecuencias de mantener la política de un solo hijo por familia, vigente en China desde finales de 1970.

El catedrático de la Facultad de Política y Administración Pública de la Universidad de Tsinghua Wang Ming aseguró que, "si la política de un solo hijo continúa, el desequilibrio en la estructura de la población de China y el envejecimiento tendrá consecuencias extremadamente negativas en el crecimiento económico a largo plazo".

El envejecimiento de la población china comenzó en 1999, y diez años más tarde había en el país un total de 160 millones de personas mayores de 60 años. Las estimaciones apuntan a que la cifra podría alcanzar los 300 millones para 2020, lo que supondría el 16,7 por ciento de la población total.

"China se enfrentará a graves problemas causados por el envejecimiento de la sociedad, entre los que se incluirá un fuerte aumento de la demanda de servicios médicos, una mayor presión para el sistema de pensiones y una escasez de trabajadores si no hacemos ajustes en la política de planificación familiar", destacó Wang.

El presidente de la junta de directores del Grupo Furun, Zhao Linzhong, declaró que "la política de planificación familiar de China ha sido muy efectiva para frenar el crecimiento excesivo de la población en las últimas tres décadas. Sin embargo, la situación en este aspecto ahora ha experimentado grandes cambios, por lo que no tenemos la necesidad de mantener una política tan estricta".

Zhao sugirió que el gobierno modifique la ley de hijo único para permitir a las familias tener un segundo niño.

China puso en práctica la política de planificación familiar para controlar el rápido crecimiento de la población experimentado en la década de 1970. De acuerdo con estas medidas, las familias residentes en zonas urbanas sólo pueden tener un hijo, mientras que las que viven en áreas rurales están autorizadas a tener una segunda criatura si la primera ha sido una niña.

Durante el debate mantenido hoy en la sesión parlamentaria anual, algunos diputados mostraron sus dudas sobre la propuesta de modificar esta política.

El director de la Comisión de Población y Planificación Familiar de la región autónoma de la etnia hui de Ningxia (noroeste), Wu Haiying, comentó que consideraba injusto señalar la política de planificación familiar como la causa de todos los problemas generados por el envejecimiento de la sociedad.

"El aumento de la proporción de personas de la tercera edad en la población china no es tan negativo como algunas personas pueden pensar. Mientras tomemos medidas activas para responder a esa situación, las personas mayores disfrutarán de buenas condiciones de vida, mejores tratamientos médicos y una jubilación agradable", añadió.

Las autoridades calculan que la política de planificación familiar ha evitado más de 400 millones de nacimientos desde su puesta en práctica, y cualquier medida para flexibilizarla comportará un crecimiento de la población. Una situación de ese tipo plantearía importantes desafíos para la generación de empleo y el medio ambiente, opinó el director de la Comisión de Población y Planificación Familiar de la provincia de Sichuan (suroeste), Wang Zaiyin.

La escasez de trabajadores constituye la principal preocupación para los diputados que han planteado introducir reformas en la citada política.

Las provincias del sureste del país han experimentado con frecuencia una falta de trabajadores emigrantes durante la última década. Muchas fábricas en las áreas costeras de China, las más industrializadas, han experimentado este problema también desde principios de año.

"Debido a la política de un solo hijo, la fuerza laboral de China descenderá gradualmente a partir de 2015. La escasez de mano de obra podría desencadenar un aumento de los costes salariales, reducir la competitividad de las exportaciones chinas y obstaculizar el desarrollo económico nacional", añadió el catedrático Wang.

La disponibilidad de mano de obra barata ha sido considerada un factor importante en el mantenimiento del rápido crecimiento económico de China. Los economistas del país lo han llamado la "ventaja demográfica".

Sin embargo, algunos diputados sostienen que la escasez de trabajadores ayudará a transformar las industrias intensivas en mano de obra en sectores de alta tecnología.

"Esta es una buena oportunidad para acelerar la transformación del modelo de crecimiento económico de China", aseguró el director de la Academia del Marxismo de la Academia de Ciencias Sociales de China, Cheng Enfu.

"No creo que el número de trabajadores chinos sea realmente insuficiente para la demanda por parte de las industrias del país. Algunos obreros emigrantes han decidido quedarse en las áreas rurales porque ahora consiguen mayores beneficios que antes cultivando las tierras. Las compañías que necesitan más trabajadores deberían poner en marcha nuevas estrategias para atraera ese sector de trabajadores de nuevo", añadió Cheng. Fin