Legisladores chinos criticaron un discurso anual pronunciado hoy por el Dalia Lama, y dijeron que sin importar qué nuevos términos use, nunca ha cambiado su intento político final es sabotear la solidaridad étnica y dividir a China.
"El simplemente desea continuar engañando al mundo entero al invitarnos a nosotros funcionarios tibetanos a visitar sus comunidades (en Dharamsala de la India), dijo Padma Choling, el presidente recién elegido del gobierno regional autónomo del Tíbet, suroeste de China, en declaraciones a Xinhua al asistir a la sesión anual de la máxima legislatura del país, la Asamblea Popular Nacional (APN), que se sostiene en Beijing.
"No existe ningún 'problema serio' en el Tíbet, como afirma el Dalai Lama. El Tíbet ha logrado un progreso destacado en diversas áreas en los años pasados", dijo Padma Choling.
"Actualmente, la tarea más importante que tenemos es construir y desarrollar mejor al Tíbet, y hacer todo lo posible para mejorar el nivel de vida de la población", afirmó.
Además, afirmó que no existe un supuesto "asunto del Tíbet" como afirma el Dalai Lama.
"El Tíbet es una parte inalienable del territorio chino y no existe ningún problema en absoluto con eso", dijo.
Los legisladores también se molestaron por las afirmaciones del Dalai Lama de que las autoridades chinas están trabajando para "aniquilar deliberadamente el Budismo" al "poner a los monjas y monjes en condiciones similares a las de una prisión", y de "privarlos de la oportunidad de estudiar y practicar en paz".
"En todas partes de Lhasa pueden verse monjes y monjas", dijo el diputado de la APN, Dorje Tsedrup, alcalde de la capital regional autónoma del Tíbet, Lhasa.
"No sé cómo llegó el Dalai Lama a esa conclusión de (condiciones) 'similares a una prisión' porque él nunca ha regresado al Tíbet desde 1959. Eso carece totalmente de sentido", dijo.
Actualmente, el Tíbet tiene más de 1.700 sitios religiosos y más de 46.000 monjes y monjas, cuyas creencias religiosas están bien protegidas por la ley, dijo Padma Choling.
"Los monjes y monjas también son ciudadanos del país y el gobierno ha cosntruido carreteras y proporcionado electricidad y agua a los monasterios", dijo.
"También hemos incluido a los monjes y monjas mayores a los 60 años de edad en el sistema de seguridad social del gobierno", dijo.
Al referirse en su discurso a la región autónoma uygur de Xinjiang, en el noroeste de China, como el "Turkestán Oriental", el Dalai Lama, por primera vez también expresó su apoyo explícito al grupo terrorista del "Turkestán Oriental" que busca la independencia de Xinjiang.
Para Padma Choling, ese tipo de expresión expuso completamente las verdaderas intenciones del Dalai Lama de socavar la unidad étnica.
"El 'Turkestán Oriental' es una fuerza dedicada a fomentar el separatismo nacional y las actividades violentas y terroristas. ¿Cuál es el motivo del Dalai Lama para apoyar a ese grupo?", preguntó.
El diputado de la APN Jume Tahir, vicepresidente de la Asociación Islámica de Xinjiang, condenó enérgicamente los comentarios del Dalai Lama sobre Xinjiang.
"El 'Turkestán Oriental' al que se refirió no representa a la gente de todos los grupos étnicos en Xinjiang. Su apoyo al grupo 'Turkestán Oriental' no significa nada más que separar a Xinjiang de la patria", dijo Jume Tahir, también imán de la Mezquita Id Kah, la mayor de su tipo en China, en la ciudad fronteriza de Kashgar.
El dijo que el "Turkestán Oriental" ha sido reconocido como un grupo terrorista por la comunidad internacional, pero el Dalai Lama sigue expresándole su apoyo.
"Su propósito es muy claro: destruir la estabilidad en el Tíbet y Xinjiang y dividir a China bajo el disfraz de resolver el llamado 'asunto del Tíbet' y el 'asunto de Xinjiang'", dijo.
"Yo, en nombre de los religiosos de Xinjiang, expreso nuestra oposición a él, el Dalai Lama", afirmó.
Jume Tahir, de unos 70 años de edad, dijo que ha vivido en Xinjiang durante muchos años y que ha presenciado cambios radicales en la región después de la liberación pacífica en 1949.
"La gente de todos los grupos étnicos en Xinjiang está disfrutando cada vez de más derechos e intereses económica y políticamente", dijo.
"El Dalai Lama nunca ha venido a Xinjiang y no está calificado para decir esto o aquello sobre los asuntos de Xinjiang", dijo. Fin