La impresión que existe en el extranjero sobre los medios chinos es que éstos son prudentes y conservadores. Pero esta forma de ver a la prensa china está cambiando a mejor. Este año, durante la celebración de las sesiones de la APN y la CCPPCh, los órganos legislativos del país, muchos periodistas extranjeros han tenido esta sensación: los medios de comunicación chinos se atreven cada vez más a hablar y los medios extranjeros pueden llevar a cabo sus reportes y entrevistas con más libertad y facilidades.
Durante las conferencias de prensa de las sesiones del 4 de marzo, un periodista chino preguntó al portavoz Li Zhaoxing: “Uno de los puntos importantes de esta sesión es la reforma del sistema de elección de diputados para que sea más representativo de las poblaciones urbana y rural. Algunos análisis dicen que esto se traducirá en una mayor igualdad para todos, por lo tanto, ¿quiere decir que antes el sistema de elección de diputados no se basaba en la igualdad?”.
Otro periodista chino también hizo una pregunta en referencia al problema de la falta de poder de los representantes de las instancias y niveles más básicos. Este tipo de preguntas lanzadas por los medios chinos a los dignatarios gubernamentales son algo poco común, por lo que han llamado la atención de muchos medios extranjeros.
El 4 de marzo, la corresponsal en Beijing de la publicación francesa Le Point publicó un artículo en la página web de la revista titulado “Los periodistas chinos que se atreven a hablar”, elogiando el nuevo estilo de los periodistas chinos en su labor de cobertura de las sesiones. En el artículo, la corresponsal francesa escribe: “Hasta hace no mucho, los periodistas chinos eran unos meros transmisores del Gobierno, pero los nuevos y jóvenes periodistas empiezan a librarse de la presión y a expresarse con voz propia”. La periodista afirma que China es el país con el mayor número de internautas del mundo y que el poder de internet no debe ser subestimado. Según ella, la red en China es ya “un medio con poder. Los internautas promoverán el avance incesante de la sociedad y el sistema político de China”.
“Recuerdo que hace unos veinte años, si un periodista extranjero quería realizar un reportaje en Xi’an o Chongqing, debía solicitar un permiso, cuya tramitación se demoraba varias semanas. Hoy en día las cosas han cambiado; podemos movernos libremente por el interior del país, sin ninguna restricción. Y si hay alguna dificultad, siempre podemos contar con la puntual ayuda del Ministerio de Exteriores chino”, afirma.
Así, a medida que China va abriendo sus puertas al mundo, las vías para conocer la realidad del país se amplían. Un periodista japonés con gran experiencia en la cobertura de las sesiones de la APN explica que hace diez años en Japón se daba una gran cobertura al evento legislativo, pero que “últimamente, la reunión anual de la APN ya no es la única forma de conocer la realidad del país, sino que existen muchas otras oportunidades para conocer la situación de China”.
El anterior consejero de Prensa de la embajada francesa en China considera que internet ha sido indispensable en el proceso de aperturización de los medios chinos. “En la China actual, la Red se ha convertido en una plataforma de expresión para los ciudadanos”. Según el diplomático, el hecho de que en China existan más de 300 millones de internautas demuestra que internet ya no es un medio limitado a una minoría selecta. Gracias a la Red, cualquier hecho que ocurra en China puede ser dado a conocer de inmediato.
Además, internet se ha convertido en una herramienta de comunicación entre el Pueblo y el Gobierno chino. Los ciudadanos utilizan la plataforma de internet para hacer propuestas a sus dirigentes, en especial sobre aspectos de la vida del Pueblo. Según el antiguo consejero francés, las opiniones ciudadanas han tenido una gran influencia sobre la labor gubernamental.
El desarrollo económico y social de China es muy complejo. Los reportajes periodísticos permiten a los líderes chinos tener una visión más racional del proceso de transformación de la nación. Los medios chinos son cada vez más abiertos y hacen que la opaca imagen de China que existía antes sea cada vez más diáfana.