La provincia de Jiangxi, situada en el centro de China, tiene una superficie de 16.690.000 kilómetros cuadrados, y en ella se encuentra un lago de fama mundial por su valor ecológico, el lago Poyang. El 12 de diciembre de 2009, el Consejo de Estado de China aprobó oficialmente la planificación de la zona económica ecológica de Poyang, y éste será el primer año de su aplicación. El pasado 1 de marzo, Wang Hai, director del Departamento de Ciencia y Tecnología de Jiangxi y representante de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China, recibió una entrevista exclusiva de nuestra página Web en la que habla de la planificación de la zona económica ecológica del Lago de Poyang y su desarrollo futuro.
“Los últimos 200 años de industrialización ha proporcionado muchas ventajas al progreso y el bienestar del ser humano, pero, sin embargo, la población que verdaderamente se ha beneficiado de este proceso es muy poca, de menos de 2.000 millones de personas, lo que es contradictorio con los ideales de progreso del hombre. La población mundial, de 6.000 millones de personas, debe hacerse ahora cargo de la contaminación provocada por la industrialización, pero muchas de estas personas, como por ejemplo los pueblos africanos, todavía no han disfrutado de los beneficios del proceso de industrialización.” Al hablar del desarrollo de la economía eclógica, es decir, con un bajo consumo de carbono, Wang Hai expresó su preocupación: “El rápido desarrollo de todo el mundo ha provocado una menor capacidad del planeta para cargar con la contaminación, a la vez que los recursos no renovables, como el petróleo, agua y recursos minerales, siguen disminuyendo constantemente. Esto obliga a intentar dirigir el desarrollo hacia un modelo de bajas emisiones de carbono y ahorro energético, desarrollar una economía de reciclaje y usar los recursos de una forma efectiva.” La zona económica ecológica del Lago de Poyang no sólo es un proyecto económico, sino también un proyecto ecológico, que persigue el objetivo del desarrollo sostenible, ya que sigue un modelo de bajo consumo de carbono y ahorro energético, y también se concentra en el desarrollo de la economía de reciclaje.
Al referirse a de qué forma se llevará a cabo esta labor en la práctica, Wang Hai indicó que el año pasado en Nanchang, capital de Jiangxi, se celebraron la Conferencia Mundial de la Economía ecológica y de Técnicas Ecológicas, y la Exposición Ecológica, las cuales, aparte de informar sobre el desarrollo de la economía de bajo nivel carbónico, sirvieron también como una oportunidad de discutir cómo coordinar estas acciones con el resto del mundo. Dentro del plan de Jiangxi, se proponen seis proyectos de innovación científica: dar prioridad a un total de 10 industrias aventajadas de tecnología punta, capacitar a 100 empresas innovadoras, llevar a la práctica 100 proyectos de tecnología punta, construir 10 plataformas de investigación y desarrollo a nivel nacional, desarrollar 10 bases de industrias de tecnología punta a nivel nacional, y formar 100 grupos de expertos en innovación científica y tecnológica. Wang comenta también que “en mi opinión, la crisis que vive ahora el mundo es realmente una crisis en el campo de la innovación científica y la Conferencia de Copenhague nos advirtió de su existencia. Desarrollar las nuevas industrias en el sector energético, la medicina y los servicios es clave para superar la crisis. La ciencia y la tecnología juegan un papel de soporte y orientación a las industrias de bajo consumo carbónico, que son pioneras y muy competitivas en el mercado, y en el caso de Jiangxi es crucial para la construcción y el desarrollo de la zona económica ecológica y dirige el camino de la economía de bajo carbono que favorece la protección ambiental de la zona.”