El Tribunal Popular Supremo de China (TPS) declaró hoy que emitió directrices para los tribunales nacionales sobre el manejo de casos criminales con una política de "justicia templada con clemencia", subrayando que se limitará el uso de la pena de muerte.
Las directrices señalan que la pena de muerte debe ser aplicada "decididamente" a quienes hayan cometido delitos "extremadamente serios", pero que la sanción debe reservarse para una pequeña minoría de criminales contra los cuales haya evidencias válidas y amplias.
Las directrices señalan también que la suspensión de la pena capital debe ser otorgada cuando la ley lo contemple.
Las directrices son una interpretación de la política de "justicia templada con clemencia" y detalles de los principios judiciales utilizados cuando se manejen casos criminales, dijo el vocero del TPS, Sun Jungong.
La política de "justicia templada con clemencia" quedó asentada por primera vez en un documento aprobado en el 2006 en la Sexta Sesión Plenaria del XVI Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh).
La política pide a los tribunales que emitan tanto sentencias severas como indulgentes, dependiendo de la seriedad de cada delito.
Las directrices señalan que los crímenes en los que estén involucrados funcionarios que aprovechen su posición y bandas estilo mafia deben ser manejados "con severidad".
Los criminales reincidentes deben ser tratados con severidad.
Por otra parte, el documento señala que los menores de edad y las personas adultas mayores que cometan delitos deben ser sancionadas con indulgencia.
La conmutación y la libertad bajo palabra para ex funcionarios que se aprovecharon de su posición pública, especialmente aquellos por encima del nivel distrital, deberán ser discutidas en tribunales.
Las conmutaciones de criminales convictos por delitos graves como asesinato y robo serán estrictamente limitadas, establecen las directrices.