​El yoga ayuda a los aldeanos a hacer frente al dolor

La villa tiene menos de 100 residentes de los cuales 60 practican yoga.

 

Residentes más saludables y con menos facturas médicas

Los aldeanos del norte de China están aprendiendo que el yoga no es solo para la gente de ciudad.

Lu Wenzhen, de 52, está ayudando a popularizar el ejercicio en una villa empobrecida en la provincia de Hebei, aproximadamente a 300 kilómetros al noroeste de Beijing.

Desde que llegó en 2016, cada vez más residentes de Yugouliang asisten a su clase diaria de yoga.

Lu, que pasó dos décadas como profesor de música en un instituto en Shijiazhuang, capital de Hebei, fue enviado a Yugouliang por el gobierno para ayudar a los aldeanos a salir de la pobreza. Sin embargo, su corazón se ensombreció al principio cuando se dio cuenta que sería muy difícil cambiar la suerte de los aldeanos por una variedad de razones que se le escapan de las manos.

“El lugar tiene pocos recursos naturales y tiene una carencia de agua de suelos. Esto espanta a cualquier inversión potencial,” explica Lu.