Debemos llevar a cabo integralmente la orientación básica del Partido en materia de religión, aplicar a fondo el Reglamento Administrativo de Asuntos Religiosos y poner en juego el positivo papel desempeñado por las personalidades de los círculos religiosos y los creyentes en general en la contribución al desarrollo económico y a la armonía social.
Seguiremos trabajando por fortalecer el trabajo relativo a los chinos residentes en el extranjero y proteger los derechos e intereses legítimos de los compatriotas residentes fuera del país y los derechos e intereses legales de los repatriados y sus familiares, y haremos valer plenamente su singular papel en la promoción de la reunificación de la patria y la revigorización de la nación.
Estimados diputados:
La construcción de una defensa nacional sólida y un ejército popular poderoso constituye una garantía importante no sólo para la salvaguardia de la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del Estado, sino para la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada. Actuando estrechamente en torno al conjunto de los trabajos del Partido y del Estado, y con la mirada puesta en el eficaz cumplimiento de su misión histórica en el nuevo siglo y en la nueva etapa, nuestro Ejército potenciará en todos los sentidos su revolucionarización, modernización y regularización, e incrementará sin cesar su capacidad de cumplir una pluralidad de misiones militares, situando en el núcleo su capacidad de ganar guerras parciales en condiciones de informatización. Se persistirá en poner en primer plano la formación ideológica y política. Se efectuarán activamente entrenamientos militares en condiciones informatizadas. Se apretará el paso en la construcción integral de una logística moderna. Se impulsará la integración de la producción militar y la civil, y se intensificarán la investigación científica relacionada con la defensa nacional y el desarrollo de armamento. Se promoverá de manera activa y prudente la reforma de la defensa nacional y de las Fuerzas Armadas. Se perseverará en administrar el Ejército conforme a la ley y con rigor. Es imprescindible que éste cumpla resueltamente las tareas urgentes, difíciles, peligrosas y pesadas, como la lucha por conjurar peligros y socorrer a damnificados. Se fomentará una policía armada moderna para robustecer su capacidad de cumplimiento de servicios, tratamiento de contingencias, lucha antiterrorista y mantenimiento de la estabilidad. Se reforzará la movilización para la defensa nacional y la construcción de las reservas, y se consolidará y desarrollará la unión del Ejército con el gobierno y con el pueblo.