Asistir a la segunda boda realmente me impactó. Los novios deben ser de familias cristianas muy conservadoras. Por primera vez sentí la fuerza de una religión, igual que si se tratara de una gran obra de arte. Las oraciones o los cánticos, como un coro celestial. Cuando la gente estrecha sus manos, veo la sinceridad en sus ojos. No puedo más que responder con una sonrisa.
|