En China el trabajo del vidrio es considerado el primero de los cinco géneros de producción de objetos preciosos (objetos de oro y plata, jades y esmeraldas, vidrio, cerámica y porcelana, y bronce arcaico), así como uno de los siete tesoros de origen budistas. Las técnicas más sofisticadas de la tecnología del vidrio se perdieron durante la dinastía Ming (1368-1644).