El G-20 acordó poner a disposición 850.000 millones de dólares USA adicionales de recursos a través de instituciones financieras mundiales para apoyar el crecimiento de los países emergentes y en desarrollo, dice la declaración de los líderes del G-20 emitida hoy en Londres.
Esto podría ayudar a estos países a financiar el gasto financiero contracíclico, la recapitalización de los bancos, infraestructura, financiamiento para el comercio, apoyo a la balanza de pagos y apoyo social, porque ellos, que han sido el motor del reciente crecimiento mundial, también están enfrentando desafíos, dice la declaración.
En particular, los líderes del G-20 acordaron incrementar los recursos disponibles para el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través del financiamiento inmediato de 250.000 millones de dólares de parte de los miembros, incorporado subsecuentemente en un Nuevo Acuerdo para Tomar Prestado ampliado y más flexible, incrementado en hasta 500.000 millones de dólares USA.
Ellos apoyaron también un incremento sustancial del préstamos de al menos 100.000 millones de dólares por los Bancos de Desarrollo Multilateral (BDM), para países de bajos ingresos, y garantizaron que todos los BDM tengan capital apropiado.
Es esencial que estos recursos puedan usarse efectiva y flexiblemente para apoyar el crecimiento. Los líderes del G-20 acogieron el progreso alcanzado por el FMI con su nueva Línea de Crédito Flexible (LCF) y su marco de préstamo y condicionalidad reformado.
Los líderes del G-20 acordaron apoyar una asignación de LCF general que inyecte 250.000 millones de dólares USA a la economía mundial e incremente la liquidez mundial.
Para ayudar a manejar la crisis y prevenir crisis futuras, los líderes del G-20 esperan fortalecer la relevancia, la efectividad y legitimidad de plazo más largo de las instituciones financieras internacionales. Están decididos a reformar y a modernizar estas instituciones para garantizar que puedan ayudar efectivamente a miembros e involucrados en los nuevos desafíos que enfrenten.
Ellos también desearon reformar los mandatos, esfera y régimen de estas instituciones para que reflejen los cambios en la economía mundial y los nuevos desafíos de la globalización, al mismo tiempo que se garantiza que las economías emergentes y en desarrollo, incluidas las más pobres, tengan una voz y representación mayores.
Los líderes pidieron al FMI que complete la próxima revisión de cuotas para enero de 2011 y se comprometieron a aplicar las reformas al Banco Mundial acordadas en octubre de 2008.
Los líderes del G-20 también acordaron que los jefes y líderes importantes de las instituciones financieras internacionales deben ser nombrados a través de un proceso de selección abierto, transparente y basado en el mérito. Fin