Rusia lanzará una serie de propuestas, entre ellas el debate sobre una moneda de reserva internacional, en la próxima cumbre del G20 en Londres.
Las propuestas se hacen porque Rusia considera que la actual crisis económica internacional ha demostrado la necesidad de abandonar los enfoques tradicionales.
La crisis, según Rusia, ha sido consecuencia del colapso del actual sistema financiero debido a una pobre gestión. Rusia propone el establecimiento de una nueva arquitectura financiera internacional basada en la democracia y la responsabilidad igualitaria en la toma de decisiones, una coordinación eficaz y transparencia.
Rusia indicó que los principales objetivos y principios de la reforma del sistema de regulación financiera internacional deberían tener en consideración las opiniones de las economías mundiales clave, tanto desarrolladas como en vías de desarrollo.
A fin de fortalecer la sostenibilidad del sistema financiero internacional, Rusia ha subrayado la importancia de desarrollar un sistema diversificado de monedas de reserva y centros financieros.
Rusia ha insistido en que el mundo ha de avanzar hacia un sistema de varias monedas de reserva, también las regionales, o hacia una moneda de reserva global, como los Derechos Especiales de Giro (SDR, siglas en inglés) creados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Moscú también ha demandado el establecimiento de un sistema de gestión de riesgos actualizado, que concuerde con el desarrollo de tecnologías financieras.
Rusia ha sugerido, además, que se celebre una conferencia internacional después de la cumbre de Londres para debatir sobre el diseño de la nueva arquitectura financiera internacional y adoptar convenciones internacionales sobre un nuevo marco de regulación financiera global. Fin