Los países emergentes deben presentar una propuesta alternativa a las medidas adoptadas por los países europeos y Estados Unidos en la Cumbre del G-20 para aminorar los impactos de la crisis, señaló el economista mexicano Enrique Dussel Peters.
A pocos días de celebrarse la reunión del G-20 (grupo de países desarrollados y emergentes) en Londres, Inglaterra, el académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que hasta ahora los países emergentes sólo han tomado medidas nacionales con programas anticrisis y anticíclicos.
Una propuesta conjunta por parte de los países emergentes sería de mayor impacto, aseguró el economista.
Dussel explicó a Xinhua que la propuesta conjunta daría pautas sobre otros instrumentos alternativos que no se han tocado hasta momento, los cuales incluyen aspectos que no se han abordado en el contexto actual de la crisis.
El profesor universitario afirmó que el G-20 se ha convertido en un grupo de países independientes de los grupos de países industrializados (G-5, G7, OCDE) con una postura interesante en el desarrollo de los países más pobres.
Agregó que el G-20 es el grupo más activo que representa a países de menor desarrollo en América Latina, Africa y Asia e incluye a varias de las economías emergentes más importantes del mundo, como China, India, Brasil, México y Sudáfrica.
Es probable que los países emergentes se vean severamente afectados por la crisis con un aumento en los niveles de la pobreza absoluta, menor consumo, falta de generación de empleos y destrucción de parte de su planta productiva, admitió el especialista.
La Cumbre del G-20 debe centrarse en la estimulación de la economía, de la demanda y en la construcción de una nueva arquitectura financiera mundial, afirmó por su parte el titular de la Secretaría de Hacienda de México, Agustín Carstens, en declaraciones hechas esta semana a la prensa local.
El funcionario mexicano, al igual que el académico Dussel, consideró deseable que los países se coordinen y se complementen en las políticas fiscales contracíclicas.
Carstens destacó que la crisis pone de manifiesto una falla catastrófica en el sistema de regulación y supervisión financiera en Estados Unidos y también en el sistema internacional.
El secretario (ministro) mexicano de Hacienda subrayó la importancia de hacerle ver a los países industrializados las consecuencias que tiene su situación, con la finalidad de que extiendan su ayuda a las naciones emergentes y una manera de hacerlo es redoblar la cooperación internacional.
Los países emergentes ganan de manera gradual más peso en el G-20, sin embargo el G-7 es el bloque dominante, señaló el funcionario mexicano.
Carstens anunció que México propondrá en los trabajos de la reunión del G-20 que el riesgo crediticio vuelva a sus origenes, esto es, que sea administrado nuevamente por los bancos y se regule de manera adecuada.
En México la crisis financiera, al igual que en otras economías emergentes, se reflejó en sus indicadores económicos, señaló por su parte el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, en la reunión anual de los banqueros hace unos días.
"En el último trimestre de 2008 el PIB real disminuyó 1,6 por ciento en términos anuales, cuando en los tres trimestres previos hubo registros de expansión de 2,4 por ciento anual", indicó.
El gobernador del Banco de México señaló que los productos petroleros representaron 18 por ciento de las exportaciones totales y 37 por ciento del total de los ingresos del sector público.
La crisis financiera golpeó a los países emergentes debido a que se reflejó en la depreciación de sus monedas, alzas en las tasas de interés y caídas en las bolsas de valores, señaló en la Convención Bancaria Guillermo Ortiz.
La disminución de la actividad económica en los países desarrollados contrajo la demanda para los productos de las economías en desarrollo, con una caída en los precios internacionales de las materias primas, señaló el gobernador del Banco de México.
En los últimos cinco meses el valor de las exportaciones de mercancías de Alemania, China y Estados Unidos disminuyeron 18, 34 y 30 por ciento, respectivamente.
Analistas confían en que el G-20 buscará encontrar mecanismos que ayuden a diseñar estrategias para salir más pronto de la crisis, reactivar la economía y evitar el cierre de más fuentes de trabajo. Fin