|
Placa de un cinturón de jade de la dinastía Ming (s. XIV-XVII).[Foto/pointurier.org]
El jade usado desde tiempos antiguos en China es del tipo nefrita, que en su estado puro es blanco pero también puede ser verde, crema, amarillo, café, gris, negro o abigarrado debido a la presencia de impurezas, principalmente de compuestos de metal. El chino mandarín usa el término generalizado yu (jade) para referirse a una variedad amplia, incluida la nefrita, la bauxita y la jadeíta.
Xu Shen, de la dinastía Han (206 a.C-221d.C) detalla cinco virtudes del jade en su obra Shuowenjiezi (Discusiones de las Escrituras y Explicaciones de Carácter): benevolencia por su lustro y brillantez; honestidad por su textura traslúcida; sabiduría por su tranquilidad y por el alcance de su tonalidad; integridad y valentía por su rigidez e imposibilidad de doblegarse.
El jade siempre ha sido el material más apreciado por los chinos, más que la plata y el oro. En tiempos antiguos, el jade era por lo regular colocado en las tumbas de emperadores o nobles, o en rituales. Durante siglos, esta piedra traslúcida ha estado asociada con la realeza y es considerada como un símbolo de divinidad.
Pero, ¿por qué los chinos otorgan tanto aprecio al jade? A través de las siguientes 9 historias, en las que hay mitos y registros históricos, podrás conocer un poco de la reverencia que el pueblo chino hace al jade.
|