Al enterarse del triunfo de Beijing, millones de ciudadanos salieron voluntariamente a la calle, y más de 400,000 se reunieron en la Plaza Tian’anmen, el corazón de China, para expresar el entusiasmo acumulado por el éxito de Beijing. Al mismo tiempo, las diversas localidades del país aclamaban la victoria, sumándose al júbilo nacional.

La celebración de los juegos olímpicos en el país siempre ha sido el sueño de los chinos. La obtención de la sede de la olimpiada de 2008 representa un honor indeleble, y también implica el potencial del desarrollo económico. Sobre todo es de importancia extraordinaria para Beijing. Tras un largo período de cerrazón y bajo la humillación de la invasión extranjera en más de 200 años, el triunfo de Beijing ha demostrado que China está entrando al escenario mundial.

China cuenta con una población de más de 1,300 millones de habitantes, además de un potencial de mercado que es capaz de atraer a cualquier inversionista. Beijing ha proyectado un programa estimulante para la celebración de los juegos olímpicos, con el apoyo y el fervor del público. Según una encuesta realizada por una entidad independiente autorizada en este campo, el 94.9 por ciento de los ciudadanos beijineses y más del 90 por ciento de los chinos apoyaban la postulación de Beijing.

En una carta al presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, el Presidente Jiang Zemin expresó que el Gobierno y el pueblo chinos están dispuestos a apoyar a Beijing en la organización de la olimpiada de 2008, haciendo de la misma un gran encuentro para desplegar el espíritu olímpico, promover la paz mundial y fomentar la amistad entre todos los pueblos del mundo.

Liu Qi, presidente del Comité Solicitante de Beijing para la Candidatura a los Juegos Olímpicos de 2008 y alcalde de Beijing, expresó su agradecimiento al COI por su confianza en Beijing, y manifestó que la mejor manera para responder a la confianza depositada es cumplir todos los compromisos hechos ante el COI.

Liu también señaló que la decisión del COI permitirá, como indica el Informe de Valoración del mismo comité, una “herencia valiosa irrepetible para China y el mundo”. Ello se refleja en cuatro aspectos: Primero, la celebración de la olimpiada en un país con 1,300 millones de habitantes equivale a una divulgación máxima del espíritu olímpico; Segundo, su realización en China, país en desarrollo, impulsa el crecimiento de la economía nacional; Tercero, los tres pilares de los juegos olímpicos son los deportes, la cultura y la protección ambiental, por tanto el gran encuentro en Beijing fomentará en gran medida la combinación de los deportes y la cultura, la conciencia de la protección ambiental y la mejora del ambiente; Y cuarto, con la organización de la olimpiada en Beijing, China se abrirá más y se incorporará a la economía mundial.