Tierra
El Tíbet abunda en recursos de tierra. De su superficie total de más de 1,2 millones de km cuadrados, 650.000 hectáreas son pastizales, y 360.000 hectáreas son tierras cultivadas. La mayoría de las tierras labrantías están distribuidas en los valles y hoyas de río del sur, y el resto, diseminado en el este y el sudeste. Una alta proporción de tierras, o sea, el 30,71% del total, aún está por explotar. El Tíbet ocupa el primer lugar en China en términos de superficie de praderas naturales, superando a Mongolia Interior y Xinjiang, y es una de las principales zonas ganaderas de este país.
Flora
El Tíbet está dotado de ricos recursos botánicos, con más de 5.000 especies de plantas superiores. Gyirong, Yadong y Zhentang en el sudoeste de la región autónoma, y Medog, Zayu y Lhoyu en el sudeste son reconocidos como museos de plantas naturales. Incluso en el norte del Tíbet, a pesar de sus condiciones naturales extremas, existen más de 100 especies de plantas.
Los bosques, conglomerados en la prefectura de Nyingchi, aún permanecen en estado primitivo. Aquí hay una gran abundancia de especies de plantas, y crecen casi todas las clases de plantas encontradas en el hemisferio boreal, desde las de las zonas tropicales hasta las de las zonas frías. Es más, sobreviven poblaciones de algunas plantas muy antiguas. Las reservas forestales del Tíbet suman 2.080 millones de metros cúbicos, con una cobertura boscosa de 9,84%. Los árboles más vistos son el pino de los Himalayas, el pino alpino, el pino yunnanensis, la pícea de los Himalayas, la pícea asperata de los Himalayas, el abeto de los Himalayas, el abeto de peciolos rápidos y brácteas largas, la cicuta, la monterey larix potaniniis, el alerce tibetano, el ciprés tibetano y el enebro chino. Los bosques coníferos compuestos de píceas, píceas asperatas y cicutas son de distribución más amplia y se encuentran principalmente en las franjas subalpinas húmedas de las cadenas montañosas Himalayas, Nyainqentanglha y Hengduanshan, representando el 48% de la superficie boscosa del Tíbet, y sus reservas de madera constituyen el 61% del total regional. Los pinares cubren casi 926.000 hectáreas en el Tíbet. El pino de hojas largas y el pino de corteza blanca son especies exclusivas del Tíbet y están ya bajo protección estatal.
Como una de las cinco principales zonas pastorales de China, el Tíbet posee 82,67 millones de hectáreas de praderas y 23 millones de cabezas de ganado, produciendo cada año 9.000 toneladas de lana, 1.400 toneladas de vello bovino y ovino, y 4 millones de pieles bovinas y ovinas. Las estepas del norte del Tíbet cubren una superficie de 600.000 km cuadrados, casi la mitad del total de la región autónoma. Los lugareños las dicen "Changtang", con el significado de "estepas del norte" en tibetano.
En el Tíbet crecen más de 1.000 variedades de plantas con propiedades medicinales. Entre ellas se cuentan 400 y tantas hierbas de uso común para la medicina china tradicional y otras más de 300 para la medicina tibetana con efectos curativos especiales. Las más famosas son el saffron crocus, el loto de nieve, el fungo-gusano chino, el bulbo de fritiliaria, la radix picrofhizae, el rheum officinale, la rhizoma gastrodiae, el pseudo ginseng, la codonopsis pilosula, la raíz de genciana de hojas anchas, la salvia miltiorrhiza, la ganoderma glaseada y la reticulate millettia. Estas hierbas medicinales se producen tanto que al satisfacer las necesidades del Tíbet, todavía hay un buen excedente para su venta en otras partes de China. Algunas incluso se exportan al ultramar.
Las áreas forestales del Tíbet también producen muchas variedades de hongos. Entre las 200 y tantas variedades, muchas son comestibles, tales como el hongo hedgehog, la seta aromática, el agárico negro, el liquen plateado y el agárico amarillo. Además, el Tíbet produce hongos medicinales preciosos como la ganoderma glaseada, la poria y la onfalia de aspecto de piedra.
En el Tíbet los cultivos cerealeros principales son la cebada qingke y el trigo, los leguminosos más importantes son el haba y el guisante, y el oleaginoso principal es la semilla de colza. Las áreas subtropicales en el sur cultivan mieses y plantas económicas, entre ellas el arroz, el maíz, el alforfón, el sorgo, el maní y el ajonjolí. En los últimos más de diez años la región ha introducido la tecnología de invernaderos, permitiendo a una buena variedad de vegetales crecer en la meseta, incluyendo el nabo, el repollo, la papa, la zanahoria, verduras con hojas, el apio, el ajo, la espinaca, la coliflor, el puerro, la judía, la lechuga, la calabaza y el pepino. Adicionalmente, el sur del Tíbet produce manzana, pera, durazno, banana, naranja, uva y otras frutas.
Fauna
Entre los animales silvestres del Tíbet hay 142 especies de mamíferos, 488 de aves con 98 subespecies, 56 de reptiles, 45 de anfibios y 68 de peces. En total hay 799 especies de vertebrados silvestres en la región. Entre ellas, 123 están bajo protección estatal prioritaria, o sea, más de una tercera parte del total nacional bajo protección prioritaria, incluyendo el tigre, el leopardo, el mono, el kiang (asno silvestre tibetano), el yak silvestre, el ciervo rojo, el ciervo de labios blancos, antílopes, el lince, el ciervo almizclero, el oso gato, la nutria, el faisán orejudo tibetano, cigüeñas y el pitón. Vale la pena saber que 45 vertebrados silvestres como el mono de pelaje dorado de Yunnan, el tigre bengala, el leopardo de nieve, el kiang, el yak silvestre, el takin, el ciervo de labios blancos, el antílope de manchas rojas, la cigüeña de cuello negro y el tragopán de pecho rojo están al borde de la extinción o son exclusivos del Tíbet. La oveja tar de los Himalayas, un animal bajo protección de primera clase, deja verse ocasionalmente en los distritos de Gyirong y Nyalam, localizados a una altura de 3.000-4.000 metros en las laderas de las montañas Himalayas.
El Tíbet también alberga a 2.307 especies de invertebrados terrestres (insectos), pertenecientes a 1.160 géneros, 173 familias y 20 órdenes. El zoráptero chino y el zoráptero de Medog se encuentran bajo protección estatal prioritaria. El Tíbet es también rico en variedades de insectos provechosos. Hay 103 especies de abejas, en cuya mayoría son portadores de polen de plantas florecientes. El Tíbet tiene nueve especies de murciélagos y polillas, que viven en los pantanos y matorrales alpinos a unos 3.600-4.500 metros sobre el nivel del mar.
Recursos Minerales
En el Tíbet se han descubierto más de 100 minerales diferentes, y de ellos se han verificado las reservas de 36. Los minerales del Tíbet que figuran en los primeros cinco puestos en China son once: el cromo, el cristal de uso industrial, el corindón, la geotermia de alta temperatura, el cobre, la ceniza volcánica, la magnesita, el boro, el azufre nativo, la mica y el arsénico. Entre otros minerales importantes se cuentan el caolín, el yeso, la turba, el grafito cristalino, el antimonio, la baritina, el oro, la plata, el molibdeno, la pirita, el plomo, el zinc, el cobalto, el litio y la silvina.
Entre los minerales con reservas verificadas, el cromo encabeza al país. Los yacimientos de cromita cubren un área total de 2.500 km cuadrados. La Mina Norbusa en la prefectura de Shannan se ha convertido en una base de explotación de cromita del Tíbet.
En 1999, un nuevo mineral --carbonato de litio natural-- fue descubierto pro primera vez en el lago de sal Chabyer, situado a 4.400 metros sobre el nivel del mar. Además de ser la mayor mina de litio de China, Chabyer es uno de los tres lagos de sal más grandes del mundo, con más de un millón de toneladas de reserva cada uno. De ahí que el Tíbet sea el área número 1 del planeta en términos de reservas de litio en perspectiva.
Energía
El Tíbet es pobre en carbón, petróleo y gas natural, pero rico en recursos de energía hídrica, geotérmica, solar y eólica. Recientemente se ha descubierto el primer yacimiento de petróleo profundo en la depresión Changtang localizada en el norte de la región autónoma, con perspectivas de reserva promisorias.
Energía hídrica: El Tíbet abunda en especial en recursos de esta energía, calculados teóricamente en 200 millones kw, casi el 30% del total nacional. La mayor parte de estos recursos están concentrados en el sudeste de la región autónoma. Provienen principalmente del río Yarlung Zangbo, cuyo tramo troncal promete 80 millones de kw de reservas de energía hídrica, cantidad que ascenderá a 90 millones de kw si se le añaden las reservas de sus cinco tributarios más importantes: el Dogxong Zangbo, el Nyang Qu, el Lhasa, el Nyang y el Parlung Zangbo.
Energía geotérmica: El Tíbet es la región con actividades geotérmicas más intensas en China y tiene más de 1.000 lugares donde se ha encontrado la energía geotérmica en potencia. Entre los 169 campos geotérmicos y áreas de fuentes termales investigados, el 22% muestra una temperatura de agua de 80ºC; el 26% la tiene de 60-80ºC; el 35%, la de 40-60ºC; y el 17%, la de menos de 40ºC. Las emisiones de calor geotérmico del Tíbet monta a 550.000 kilocalorías por segundo, equivalentes a una generación de calor anual por 2,4 millones de toneladas de carbón estándar. El Campo Geotérmico de Yangbajain en Damxung es actualmente el mayor campo de vapor geotérmico de alta temperatura en China, cuya agua caliente permanece en el nivel de 93-172ºC. Ahora, el lugar es un reputado destino de turismo.
Energía solar: El Tíbet está al frente del país en recursos de esta energía. En la mayor parte de la región, la luz solar anual oscila entre 3.100 y 3400 horas, promediando nueve horas diarias.
Energía eólica: En el Tíbet hay dos franjas de viento. Se estima que los recursos eólicos totalizan 93.000 millones de kwh por año, en séptimo lugar en China. Salvo el este de la región autónoma, las zonas restantes poseen recursos de energía eólica copiosos y aprovechables. La meseta del norte del Tíbet, en particular, es dueño de más de 4.000 horas de viento de velocidad efectiva al año.
Clima
Debido a que el Tíbet se inclina, topográficamente, de una altitud de 5.000 metros en el noroeste a cientos de metros en el sudeste, el clima se caracteriza por el aire frío y seco en aquella parte y el aire tibio y húmedo en ésta. Los tipos de clima que van del sudeste al noroeste siguen este orden: tropical, subtropical, templado de meseta, sub-frío de meseta y frío de meseta. En el sudeste del Tíbet y el área del cañón en las pendientes sur de los Himalayas, la temperatura desciende gradualmente según los accidentes topográficos, y el clima sufre cambios verticales cuando pasa de zonas tropicales y subtropicales a zonas templadas, templadas frías y frías.
La presión atmosférica en el Tíbet es baja. El aire en la meseta es tan ralo que su contenido de oxígeno por metro cúbico llega apenas al 62-65,4% del que hay en la llanura.
La radiación solar en el Tíbet es más intensa que en ninguna otra parte de China, casi una vez o un tercio más que en las llanuras de la misma latitud. Por lo demás, el Tíbet disfruta más tiempo de luz solar, por ejemplo, de 3.021 horas/año en Lhasa, en contraste con 1.186,84 horas en Chengdu y 1.932,5 horas en Shanghai. La diferencia de temperatura entre el día y la noche es enorme en el Tíbet, pero es pequeña entre las estaciones del año. Tanto la temperatura media anual como la más alta en Lhasa y Xigaze son 10-15ºC más bajas que en Chongqing, Wuhan y Shanghai, ciudades situadas a latitudes similares. La diferencia de temperatura entre las estaciones del año son de 18-20ºC en Lhasa, Qamdo y Xigaze. En la prefectura de Ngari, a más de 5.000 metros sobre el nivel del mar, la temperatura llega a 10ºC o más en agosto por el día, pero cae abajo de cero por la noche.
Dominado alternativamente por el viento del oeste en invierno y el del sudeste en verano, el Tíbet tiene bien claras la temporada seca y la húmeda. Generalmente, los meses de octubre a abril son la temporada seca, y los de mayo a septiembre son la temporada húmeda, con precipitaciones que alcanzan a alrededor del 90% del total anual. Las lluvias son disparejas de lugar a lugar en el Tíbet, con una notoria diferencia. Las precipitaciones por año disminuyen gradualmente de 5.000 mm en las áreas bajas del sudeste a 50 mm en el noroeste.
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