Ya antes de nuestra era, los antiguos empezaron a habitar en la meseta Qinghai-Tíbet, China. Después de un largo periodo de tiempo, las tribus diseminadas en la meseta se unieron paulatinamente para formar su etnia, conocida hoy como el grupo étnico tibetano.
Al cabo de las sucesivas guerras en el periodo de la dinastía Tang (618-907), los tibetanos forjaron relaciones íntimas con la corte de Tang a través de matrimonios. Luego, empezaron a tener lazos comerciales con las planicies centrales en el periodo de la dinastía Song (960-1279) mediante el trueque de caballos por el té. Posteriormente, China, país multiétnico, se reunificó durante la dinastía Yuan (1206-1368), con la inclusión oficial del Tíbet en el territorio nacional. Más tarde, la dinastía Ming (1368-1644) nombró príncipes a muchos líderes tibetanos y les dio feudos en la región, y después, la dinastía Qing (1644-1911) respaldó a la Secta Amarilla del Tíbet para consolidar su territorio. Desde la mitad del siglo XIX, el Tíbet experimentó más cambios en tiempos moderno y contemporáneos.
Reino de Tubo
En los albores del siglo VII se fundó la poderosa dinastía Tang en las planicies centrales, poniendo fin a la situación de desintegración y caos que había prevalecido en dichas planicies por más de 300 años. Mientras tanto, el líder de Tubo, Songtsan Gambo, aunó a una docena de tribus separadas para establecer el Reino de Tubo, el cual cubría una buena parte de lo que es hoy el Tíbet. En 641 recibió y se casó con la Princesa Wencheng, miembro de la familia imperial de Tang, de manera que las relaciones políticas, económicas y culturales entre ambas partes se volvieron muy amistosas y amplias, sentando así cimientos sólidos para el “parentesco permanente de yerno a suegro” entre Tubo y Tang en los próximos más de 200 años.
En 821 el Rey de Tubo, Tri Ralpachen, mandó enviados a Chang'an, capital de la dinastía Tang, en tres ocasiones, para pedir alianza. Muzong, entonces Emperador de Tang, designó a altos funcionarios para celebrar una grandiosa ceremonia de alianza en el suburbio occidental de Chang'an. El año siguiente, la dinastía Tang y el Reino de Tubo suscribieron un pacto de alianza en el suburbio oriental de Lhasa. Las dos partes reiteraron sus vínculos estrechos gracias al matrimonio y decidieron tratarse mutuamente como miembros de familia. El acontecimiento fue registrado en tres Monumentos de Alianza Tang-Tubo, uno de los cuales sigue en pie delante del Monasterio Jokhang en Lhasa.
En 842, cuando se desmembró el Reino de Tubo por la rivalidad entre los miembros de la familia real, las diversas tribus y los generales, el Tíbet se hundió en luchas intestinas de más de 400 años de duración. Gimiéndose bajo el impacto de los conflictos bélicos sobre el desarrollo económico y cultural, los habitantes de la meseta del Tíbet esperaban con ansia el surgimiento de un régimen fuerte en las planicies centrales que pudiera acudir en su salvación. Y aquellos que no pudieron soportar los sufrimientos huyeron a las zonas en lo que son hoy las provincias de Gansu, Qinghai, Sichuan y Yunnan.
Dinastía Yuan (1271-1368)
A inicios del siglo XIII, el líder del pueblo mongol, Gengis Kan, fundó el Kanato Mongol en el norte de China. En 1247 el Príncipe mongol Godan invitó a Pandit Gonggar Gyamcain, monje eminente de la Secta Sagya de gran influencia sobre el budismo en la meseta del Tíbet, a entrevistar con él en Liangzhou (hoy Wuwei en la provincia de Gansu). Pandit Gonggar Gyamcain estuvo de acuerdo para someter el Tíbet al Kanato mongol y aceptar el sistema de administración local propuesto. Así, se creó el poder político de la Secta Sagya en el Tíbet. En 1271 los mongoles vencedores denominaron Yuan a su dinastía. En 1279, al culminar la reunificación de China, las nuevas autoridades centrales convirtieron el Tíbet en una entidad administrativa bajo su gobernación directa.
En consideración de las características concretas de las tradiciones históricas, la situación social, el medio natural y geográfico, los grupos étnicos y la religión del Tíbet, la Corte de Yuan adoptó una serie de medidas especiales para la administración de la región, diferentes de las aplicadas en las otras zonas administrativas.
Primero, en 1270, el Emperador Kublai Kan de Yuan confirió el título oficial de Tutor Imperial a Pagba, lama tibetano dirigente de la Secta Sagya. Era un cargo oficial de monje más elevado en la historia china. En lo sucesivo, el Tutor Imperial se convirtió en un funcionario de alto rango de las autoridades centrales nombrado directamente por el emperador, para hacerse cargo de los asuntos del budismo en todo el país y de los asuntos locales del Tíbet.
Segundo, a poco de la fundación de la dinastía Yuan se estableció el Zongzhi Yuan para asumir la responsabilidad por los asuntos del budismo en toda la nación y por los asuntos militares y gubernamentales del Tíbet. En 1288 su nombre se cambió por el de Xuanzheng Yuan. Habitualmente, el Primer Ministro fungía de presidente ejecutivo del Xuanzheng Yuan de modo concurrente, y un monje nombrado por el Tutor Imperial asumía el puesto de vicepresidente. Así, es la primera vez en la historia china que un órgano central especialmente instituido se hacía cargo de los asuntos del Tíbet.
Tercero, el Tíbet fue dividido en zonas administrativas diferentes, y los funcionarios de diversos rangos fueron nombrados para consolidar la administración, con el Tutor Imperial asumiendo la responsabilidad general.
Desde la incorporación del Tíbet al territorio nacional por la dinastía Yuan en el siglo XIII, China vio ascensos y caídas de varias dinastías y cambios sucesivos en las autoridades centrales. Sin embargo, esto no alteró en ningún sentido la administración del Tíbet por el Gobierno Central.
Dinastía Ming (1368-1644)
En 1368 la dinastía Ming sustituyó a la dinastía Yuan. Ming abolió el sistema del Xuanzheng Yuan como órgano central encargado de los asuntos del Tíbet y dejó de conferir el título oficial de Tutor Imperial a monjes tibetanos. Empero, los gobernantes de Ming introdujeron un nuevo sistema de concesión de títulos de funcionario a ellos. El funcionario monje de rango más alto se llamaba Príncipe del Dharma, quien difería del Tutor Imperial de la dinastía Yuan. No tenía oficina en Beijing, ni poder de gobernar los asuntos budistas en todo el país, ni tampoco feudo fijo. En esencia era un título honorario. Aunque sus rangos eran diferentes, los Príncipes del Dharma no podían ejercer control unos sobre los otros, ni tomar las riendas de la administración. Obedecían directamente al Gobierno Central.
Al heredar el sistema de administración de Yuan, el Gobierno Central de Ming creó administraciones locales en el Tíbet para gobernar los asuntos militares y políticos, respectivamente, del Tíbet anterior y posterior, de la zona de Qamdo y de la zona de Ngari.
Dinastía Qing (1644-1911)
Después de reemplazar a Ming en 1644, el Gobierno Central de la dinastía Qing introdujo una serie de reglamentos y regímenes estrictos para gobernar el Tíbet. Como eran de carácter legal, resultaron muy efectivos.
Primero, crear por ley la zona administrativa del Tíbet. Al dividir el país en zonas administrativas, el Gobierno de Qing definió por medio de reglamentos legales las fronteras de la zona administrativa del Tíbet con Yunnan, Sichuan, Qinghai y Xinjiang. El área de la zona administrativa del Tíbet (entonces llamada U-Tsang) era equivalente a la actual región autónoma del Tíbet.
Segundo, decidir los sistemas político y administrativo y la forma de organización del poder político local del Tíbet. Los Estatutos del Tíbet Decididos por el Emperador, promulgados en 1793 por el Gobierno de Qing, y el Código Legal del Gran Qing estipulaban explícitamente que en el Tíbet, el Dalai Lama y el Panchen Erdeni estaban a cargo de los asuntos religiosos y de algunos asuntos gubernamentales en las zonas de Lhasa (Tíbet anterior) y Xigaze (Tíbet posterior), por separado. No estaban subordinados uno al otro, mientras que el Alto Comisionado de la Corte de Qing acreditado en el Tíbet tomaba las riendas de la administración de todo el Tíbet.
Tercero, conferir títulos oficiales a los líderes religiosos del Tíbet. En 1653 el Gobierno Central otorgó al Dalai Lama V el título de "Dalai Lama Omnisciente y Mantenedor del Vajra", y en 1713, al Panchen V el título de “Panchen Erdeni”. Acto seguido, esto se convirtió en una práctica establecida para todos los Dalai Lamas y Panchen Erdenis subsiguientes, cuyos títulos debían ser conferidos por las autoridades centrales.
Cuarto, en prevención de que los líderes religiosos procuraran intereses personales abusando de su posición y autoridad o expandieran sus fuerzas, el Gobierno Central introdujo en 1793 un nuevo sistema de determinación de la reencarnación de los Budas Vivientes difuntos mediante el sorteo de fichas de una urna de oro, para erradicar el anterior mal de que el Dalai Lama, el Panchen Erdeni y el Gran Lama decidían sus sucesores por sí mismos. Así, este sistema devino el único aceptable para elegir un sucesor del Dalai Lama, el Panchen Erdeni o el Gran Lama. Según el sistema, las fichas con nombres escritos de niños candidatos se guardaban en una urna dorada, se echaba la suerte bajo la supervisión del Alto Comisionado, y el nombre elegido era designado niño de la reencarnación: sucesor del Dalai Lama, el Panchen Erdeni o el Gran Lama. El sucesor seleccionado no podía ser heredero legal hasta que fuera aprobado oficialmente por el Gobierno Central de Qing. Esta fue una medida clave de la dinastía Qing para fortalecer su administración de los asuntos religiosos en el Tíbet y encarnaba su plena soberanía sobre la región.
República de China (1912-1949)
China experimentó grandes cambios históricos tras la Revolución de 1911, la cual derrocó a la dinastía Qing y condujo a la fundación de la República de China en 1912. En el periodo de la República de China, ésta integró a los grupos étnicos han, manchú, mongol, hui y tibetano. Aunque el poder central cambiaba de mano con frecuencia, su política relacionada con el Tíbet permaneció inalterada en cuanto a mantener la unidad nacional y la soberanía sobre el Tíbet para salvaguardar la integridad territorial.
Primero, se mantuvo la soberanía estatal sobre el Tíbet mediante la aprobación de leyes y la publicación de documentos oficiales. El Artículo 3 del Programa General de la Constitución Provisional de la República de China estipulaba que el Tíbet era una de las 22 provincias de la República de China. Esto legalizó la autoridad del Gobierno de la República de China sobre el Tíbet. Las estipulaciones concernientes al Tíbet en la Constitución de la República de China promulgada más tarde recalcaban que el Tíbet era parte inalienable de territorio chino y que el Gobierno Central de China ejercía soberanía sobre él.
Segundo, se establecieron el Consejo de Asuntos Mongoles y Tibetanos y la Comisión Encargada de los Asuntos Mongoles y Tibetanos. Fundado en 1912, el Consejo estaba directamente subordinado al Consejo de Estado en calidad de órgano del Gobierno Central a cargo de los asuntos mongoles y tibetanos. En 1914 cambió el nombre por el de Comisión de Asuntos Mongoles y Tibetanos. En 1927 la República de China trasladó su capital a Nanjing, ahora capital de la provincia de Jiangsu, donde se fundó el Gobierno Nacional. Poco después, el Gobierno Nacional anunció oficialmente el establecimiento de la Comisión Encargada de los Asuntos Mongoles y Tibetanos. La Comisión tenía entre miembros a personas de mucha influencia en las zonas mongolas y tibetanas tales como el Panchen Erdeni IX y el Dalai Lama XIII y a representantes del gobierno tibetano acreditados en Nanjing como Gongjor Zongnyi, Zhamgyia Hutogtu y el afamado Gran Maestro Xeirab Gyamco, quien fungía de vicepresidente de la Comisión.
Tercero, se otorgaron títulos honoríficos adicionales al Dalai Lama y el Panchen Erdeni, y se presidieron las ceremonias de reencarnación y entronización de aquéllos. A inicios de la República de China, el Dalai Lama XIII, quien había sido destituido de su título honorífico por el Gobierno de Qing y se había ido a la India, expresó al Gobierno de la República de China su deseo de retornar al Tíbet. En vista de ello, el 28 de octubre de 1912, el Presidente Interino Yuan Shi-Kai anunció la restauración del título honorífico del Dalai Lama. Poco después, el Dalai Lama XIII regresó al Tíbet. Con el fin de aliviar las contradicciones internas entre el Dalai Lama y el Panchen Erdeni, Yuan promulgó el 1 de abril de 1913 una orden para otorgar un título honorífico adicional al Panchen Erdeni IX, en reconocimiento de lo que éste había hecho para defender la unidad de la patria.
En diciembre de 1933, cuando falleció el Dalai Lama XIII, el gobierno local del Tíbet presentó, según la práctica histórica, un informe ante el Gobierno Central. Éste otorgó al difunto maestro el título honorífico adicional de “Maestro Defensor del País” y envió a Huang Musong, Presidente de la Comisión de Asuntos Mongoles y Tibetanos al Tíbet, para manifestar las condolencias por su deceso. En 1938, bajo auspicios del Príncipe Regente y Buda Viviente Razheng, se encontró al niño Lhamo Toinzhub en Qinghai, y se lo acogió como reencarnación del Dalai Lama XIII según los rituales religiosos y precedentes históricos. En 1940, Wu Zhongxin, Presidente de la Comisión de Asuntos Mongoles y Tibetanos, se dirigió al Tíbet para presidir, en calidad de representante especial del Gobierno Central y junto con el Regente Razheng, la ceremonia de entronización del Dalai Lama XIV. En diciembre de 1937, cuando el Panchen Erdeni IX falleció en Qinghai camino de regreso al Tíbet, el Gobierno Nacional le concedió el título honorífico de “Maestro Defensor del País”. En 1938 el Gobierno Central envió a Dai Chuanxian, Presidente del Yuan de Exámenes, a Garze para lamentar la muerte del Panchen Erdeni IX. En 1949 el Gobierno Nacional mandó a su representante especial para anunciar que Guanbo Cidai había sido escogido como Panchen Erdeni X, y para asistir a las celebraciones en el Monasterio Tar en Qinghai. En agosto, Guan Juyu, Presidente de la Comisión de Asuntos Mongoles y Tibetano, fue enviado por el Gobierno Nacional a presidir la ceremonia de entronización del Panchen Erdeni X en Qinghai.
Cuarto, se llevó a monjes y personalidades legas de la clase superior a participar en la administración estatal. En el periodo de la República de China, cuando se celebraba la Asamblea Nacional, siempre había diputados tibetanos asistentes. Por ejemplo, desde el 15 de noviembre hasta el 25 de diciembre de 1946, cuando se reunió la Asamblea Nacional para elaborar la Constitución de la República de China, estuvieron presentes 17 diputados por el Tíbet, incluyendo Tudain Sangpi y Jijigmei.
República Popular China (fundada en 1949)
El 1 de octubre de 1949 se proclamó la República Popular China.
Liberación pacífica del Tíbet en 1951. Después de fundada la República Popular China, el Panchen Erdeni X (Qoigyai Gyamcain por nombre), uno de los dos Grandes Budas Vivientes de la Secta Gelug (Secta Amarilla) del budismo tibetano, cursó un telegrama al Presidente Mao Zedong y el Comandan en Jefe del Ejército Popular de Liberación (EPL) Zhu De, expresando su apoyo al Gobierno Popular Central y manifestando su vehemente deseo de ver una pronta liberación del Tíbet. El 23 de noviembre de 1949, el Presidente Mao Zedong y el Comandan en Jefe Zhu De mandaron un cable de respuesta al del Panchen Erdeni X, fechado el 1 de octubre. Más adelante, el Gobierno Popular Central propuso la liberación pacífica del Tíbet a las autoridades locales de la región en varias ocasiones y las preparó para este propósito a través de diversos canales.
No obstante, las fuerzas pro-imperialistas y secesionistas encabezadas por el Regente Daza en el gobierno local del Tíbet desplegaron más de 8.000 hombres entre efectivos de la fuerza principal del ejército tibetano y milicianos en Qamdo y la ribera oeste del río Jinshajiang, en un vano intento por bloquear por las armas el camino a la liberación pacífica de la región. Pero pese a ello, el EPL liberó Qamdo el 24 de octubre. Justo en eso, el Gobierno Popular Central, al persistir en el principio de liberación pacífica del Tíbet, ordenó al EPL detener la marcha, en espera de que el gobierno local del Tíbet enviara representantes a negociar en Beijing. Al mismo tiempo, la Comisión de Asuntos Militares y Administrativos del Sudoeste y la Zona Militar del Sudoeste promulgaron conjuntamente los Diez Artículos de Acuerdo Común para la Liberación del Tíbet en tibetano y chino. En enero de 1951, conmovidos e inspirados por la repetida persuasión y la política del Gobierno Central, el Dalai Lama XIV y el gobierno local del Tíbet expresaron el deseo de buscar negociaciones de paz.
El 29 de abril de 1951, los representantes plenipotenciarios del Gobierno Popular Central y los del gobierno local del Tíbet comenzaron a negociar en Beijing. El 23 de mayo de 1951, después de alcanzar consensos en todos los problemas importantes, se realizó con solemnidad en el Salón Qinzhengdian de Zhongnanhai, Beijing, la ceremonia de firma del Acuerdo del Gobierno Popular Central y el gobierno local del Tíbet sobre las Medidas para la Liberación Pacífica del Tíbet (conocido como Acuerdo de 17 Artículo). Después de firmado el acuerdo, el Dalai Lama XIV envió un cablegrama al Presidente Mao Zedong, cuyo texto decía: “El gobierno local del Tíbet y las masas monacales y laicas tibetanas apoyan unánimemente el acuerdo para la liberación pacífica del Tíbet, y bajo la dirección del Presidente Mao y el Gobierno Popular Central ayudarán activamente a las tropas del EPL a entrar en el Tíbet para consolidar la defensa nacional, expulsar a las fuerzas imperialistas del Tíbet y salvaguardar la unidad territorial de la patria”. El Panchen Erdeni X también telegrafió al Presidente Mao para expresar su aceptación del Acuerdo de 17 Artículos y su determinación a salvaguardar la unidad de la soberanía de la patria.
Conforme al Acuerdo, las tropas del EPL llegaron a Lhasa triunfalmente, donde más de 20.000 personas entre funcionarios del gobierno local del Tíbet, monjes y civiles les dieron una solemne y calurosa bienvenida. Acto continuo, las tropas del EPL arribaron a los puntos estratégicos para la defensa fronteriza en Nagqu, Ngari, Zayu, Gyangze, Xigaze y Yadong. Así, culminó la liberación pacífica del Tíbet.
En 1954, el Dalai Lama XIV y el Panchen Erdeni X llegaron juntos a Beijing para participar en la I Sesión de la I Asamblea Popular Nacional (APN) de la República Popular China. En la Sesión el Dalai Lama fue elegido Vicepresidente del Comité Permanente de la APN, y el Panchen Erdeni X, miembro del mismo Comité.
Reforma democrática en 1959. En el Tíbet se mantuvo el sistema anterior pese a la liberación pacífica. Con el propósito de promover el progreso social y mejorar la vidas del pueblo tibetano, realizar la reforma democrática o no siempre era, de hecho, uno de los asuntos a los que el Gobierno Central atribuía suma importancia. El 17 de febrero de 1957, debido a la no madurez de las condiciones para la reforma, el Presidente Mao Zedong elucidó integralmente el principio de “no cambio en seis años” en relación con el Tíbet en el informe Sobre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno del pueblo, presentado ante la Conferencia Suprema de Estado. En realidad este principio era una nueva cesión para la capa superior del Tíbet, y su objetivo consistía en seguir esperando a que algunas personas de esta capa adquirieran conciencia a favor de la realización de las metas de la reforma pacífica.
El 10 de marzo de 1959, al despedazar abiertamente el Acuerdo de 17 Artículos, la camarilla reaccionaria de la capa superior del Tíbet proclamó la “independencia del Tíbet” y envió tropas a asediar la sede de la Zona Militar del Tíbet y los organismos del Gobierno Central acreditados en la región. Y en la madrugada del día 20 lanzaron ataques totales contra estos organismos. A fin de mantener la unidad de la patria, el Gobierno Central dio la orden de apaciguar la rebelión en el Tíbet. Luego, el 28 de marzo, emitió la orden de disolver el gobierno local del Tíbet cuyo mayoría de miembros habían participado en la sublevación, y anunció el ejercicio de las atribuciones del gobierno local del Tíbet por el Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet. De ahí el viraje de la región a la nueva etapa de aplastamiento de la rebelión y reforma democrática.
A mediados de julio de 1959 el Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet aprobó la Resolución sobre la realización de la reforma democrática, con la siguiente decisión: apaciguar cabalmente la rebelión y movilizar plenamente a las masas para llevar a cabo la reforma democrática en toda la región. Como primer paso, la reforma se centró en oponerse a la rebelión, el sistema de corveas ula y la esclavización y en desplegar el movimiento por la reducción de los arriendos de la tierra y los intereses de los préstamos. Los siervos y esclavos, ya despertados, crearon organismos dirigentes propios --asociaciones de campesinos-- para formar sus centros de poder. En los meses siguientes se establecieron tales asociaciones indistintamente en las amplias zonas donde se había desarrollado la reforma democrática para dirigir la reducción de arriendos e intereses.
Conforme a la política establecida, en el proceso de la pulverización de la rebelión se aplicó el principio de “quien cultiva cosecha” a las tierras de los señores feudales rebeldes, y el principio de “reducción del 80% de los arriendos” con respecto a las tierras dejadas en arriendo por los señores feudales no partícipes de la rebelión y sus agentes, se abolieron todas las deudas contraídas por los siervos antes de 1958 con los tres tipos de propietarios (funcionarios locales, monasterios y nobles), y se redujo al 10% el interés mensual de los préstamos concedidos por los señores feudales no partícipes de la rebelión de 1959. Los logros de estas medidas fueron muy considerables. Según las estadísticas hechas al término de la reforma democrática en lo básico en 1959-1960, la usura abolida en el Tíbet totalizó una cantidad de cereales correspondiente a la producción de 16,9 millones de kes de tierra y una enorme cantidad de dinero calculado en más de 14 millones de chengs, respectivamente, equivaliendo entre ambas cifras a más de 400 millones de kilos de cereales. Esto liberó por completo a los siervos de una pesada cadena que los tenía amarrados.
De mediados a finales de septiembre de 1959, la III Sesión Plenaria del Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet aprobó la Resolución sobre la abolición de la propiedad de tierra de los propietarios de siervos feudales y la introducción de la propiedad de tierra de los campesinos, decidiendo satisfacer la justa demanda del millón de siervos en este sentido.
La reforma agraria en las zonas agrícolas se realizó principalmente el invierno de 1959 y la primavera de 1960. Antes que nada, según la política se confiscaron las tierras y los otros medios de producción de los propietarios de siervos partícipes de la rebelión y sus agentes, y se rescató el excedente de tierras y cabezas de ganado (solamente en el campo) y viviendas y herramientas agrícolas de aquellos y sus agentes que no habían participado en la rebelión. Según las estadísticas hechas al término de la reforma agraria en lo básico en toda la región a finales de 1960, los siervos y esclavos obtuvieron un total de más de 186.000 hectáreas de tierra, o sea, 0,23 hectáreas por persona.
Según la política de rescate del excedente de tierras, cabezas de ganado, herramientas agrícolas y viviendas de los propietarios de siervos no partícipes de la rebelión y sus agentes, se rescataron más de 60.000 hectáreas de tierra, 820.000 cabezas de ganado, 20.000 juegos de herramientas agrícolas y 64.200 habitaciones de vivienda, y el gobierno pagaría el rescate en 8-13 años según los precios medios en el mercado. En septiembre de 1961 la región había entregado certificados de rescate a más de 2.000 familias y había pagado el dinero de rescate del primer periodo. En cuanto a los patriotas y progresistas no partícipes de la rebelión, se les dio puestos de empleo adecuados, mientras que algunos de ellos asumieron cargos de dirección en el Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet.
A finales de 1961 la reforma democrática culminó las tareas principales en lo básico. Esta reforma derribó por completo la servidumbre feudal, reaccionaria y anacrónica, emancipó al millón de siervos de la sujeción y la opresión de sus propietarios y les devolvió el derecho de ser humanos, corrigiendo así de raíz la situación de los derechos humanos de las masas populares del Tíbet y desbrozando el camino al progreso para la sociedad tibetana.
Establecimiento de la región autónoma del Tíbet en 1965. De conformidad con la Constitución, el Tíbet practica la autonomía étnica regional, y el Estado garantiza por ley el derecho político de participar, en pie de igualdad, en los asuntos estatales y locales a las diversas etnias de la región, en particular, el derecho autonómico de administrar los asuntos de la región y los asuntos de su propia etnia a al grupo étnico tibetano. Estos derechos atañen a todos los aspectos de la política, la economía, la cultura y el desarrollo social. Tomando en cuenta los antecedentes históricos concretos del Tíbet y los factores políticos, económicos, religiosos y culturales y de los demás aspectos, para la práctica de la autonomía étnica regional se adoptaron medidas especiales y flexibles, a diferencias de las aplicadas en otras regiones étnicas del país.
El 9 de marzo de 1955 el Primer Ministro Zhou Enlai presidió en persona la VII Sesión Ampliada del Consejo de Estado, en la cual se examinó y aprobó la Decisión sobre el establecimiento del Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet. Ésta señalaba: “El Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet es un órgano con carácter de poder político responsable de los preparativos para el establecimiento de la región autónoma del Tíbet y dirigido por el Consejo de Estado. Su tarea principal consiste en realizar, según las estipulaciones de la Constitución china y el Acuerdo sobre las Medidas para la Liberación Pacífica del Tíbet y las condiciones concretas del Tíbet, los preparativos para la aplicación de la autonomía regional en el Tíbet”. Además, el Consejo de Estado decidió nombrar al Dalai Lama como Presidente del Comité Preparatorio, al Panchen Erdeni como Primer Vicepresidente y a Zhang Guohua como Segundo Vicepresidente.
El 22 de abril de 1956 el Comité Preparatorio para la Región Autónoma del Tíbet se constituyó solemnemente en el Gran Salón de Lhasa recién construido, con el Dalai Lama como Presidente.
En 1959, en el proceso del apaciguamiento de la rebelión y de la reforma democrática, se abolió el sistema de servidumbre feudal. Como resultado, el millón de siervos y esclavos del Tíbet fueron emancipados, dejaron de ser propiedad privada de sus propietarios para la venta, la transferencia o el pago de deudas, dejaron de ser obligados al trabajo por sus propietarios, lograron la libertad personal y se convirtieron en dueños de la sociedad. Se estableció el poder político del pueblo en los diversos niveles locales. En julio de 1959, al partir de las realidades del Tíbet, el Comité Preparatorio de la Región Autónoma aprobó los Estatutos Orgánicos para las Asociaciones de Campesinos en los Distritos, los Qus (entidad administrativa) y los Cantones de la Localidad del Tíbet, prescribiendo que las asociaciones a nivel de qu y cantón ejercían de modo interino las atribuciones del poder político de base. Hasta abril de 1960 se había establecido el gobierno popular en todos los niveles: siete oficinas de comisionado de prefectura, un municipio y 72 distritos. Además, se estableció el gobierno popular en 20 qus y más de 300 cantones. En marzo de 1962 el Comité Preparatorio impartió la Instrucción sobre el desarrollo de las elecciones a nivel básico en toda la región (proyecto). En julio-agosto de 1965 finalizaron en lo básico las elecciones en los cantones y distritos del Tíbet. Es decir, 1.359 cantones y poblados llevaron a cabo las elecciones en los niveles de base, y otros 567 convocaron reuniones de representantes del pueblo para asumir de modo interino las atribuciones de las asambleas populares. Sumadas ambas cifras, estos cantones y poblados llegaron al 92% del total regional, y en ellos se estableció el poder político del pueblo en los niveles de base, de cuyos miembros la absoluta mayoría eran antiguos siervos y esclavos. Entre los distritos del Tíbet, 54 convocaron la primera reunión de representantes del pueblo cada uno, en la cual fueron elegidos el jefe y los subjefes del distrito y se estableció el comité distrital del pueblo. Simultáneamente, fueron elegidos 301 diputados a la Asamblea Popular de la región autónoma.
Sobre esta base y con la ratificación de las autoridades centrales, la I Sesión de la I Asamblea Popular de la Región Autónoma del Tíbet se celebró con solemnidad en Lhasa del 1 al 9 de septiembre de 1965, y en la ocasión se proclamó oficialmente la región autónoma del Tíbet, con Ngapoi Ngawang Jigme como Presidente del primer mandato.
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