A raíz de la liberación pacífica del Tíbet, el Estado ha asignado un total de 1.800 millones de yuanes al desarrollo del servicio médico y sanitario en la región. Actualmente la mayoría de las zonas rurales del Tíbet han establecido instituciones de servicio médico cooperativo, y los subsidios estatales al servicio médico para los campesinos y pastores sobrepasan los 20 millones de yuanes cada año.
Anteriormente, debido a la falta de instalaciones de transporte, las mujeres tibetanas solían dar a luz en casa. Así, hacerles posible parir en los hospitales ha sido una medida esencial para mejorar las condiciones de maternidad y cuidado de neonatos, garantizar nacimientos seguros y reducir la mortalidad infantil en las áreas agrícolas y ganaderas. A la fecha, el sistema de maternidad y cuidado de niños ha cubierto todos los cantones y poblados en la región autónoma. De las mujeres rurales, el 22,74% alumbran en los hospitales, casi 20 puntos porcentuales más que hace diez años. Como resultado de ello, la tasa de muerte de las embarazadas y parturientas ha bajado del 5% registrado antes de la Reforma Democrática en 1959 a alrededor del 0,23%, y la mortalidad de bebés ha descendido del 43% al 3,1%.
Sistema de Servicio Médico Cooperativo
Comenzando en la segunda mitad de 1997, el Departamento de Salud de la región autónoma del Tíbet ha introducido el ensayo del sistema de servicio médico cooperativo rural en los distritos de Gyangze y Nyingchi. Hasta ahora, 654 cantones y poblados (82,11% del total) en 70 distritos (94,59% del total) en el Tíbet han sido incluidos en el sistema.
En el Tíbet el sistema de servicio médico cooperativo se centra en el tratamiento de las enfermedades graves. Los campesinos y pastores participan en él por voluntad propia. Los gobiernos de diversos niveles, las colectividades y los individuos juntan los fondos necesarios. Los gobiernos a niveles de región, prefectura/ciudad y distrito contribuyen con 15 yuanes para cada persona por año, mientras los campesinos y pastores aportan 1,5-3% de su ingreso neto anual per cápita. Los departamentos de asuntos civiles locales costean en principio las contribuciones de los indigentes, las personas sin recurso económico, las personas que reciben subsidio del gobierno, los discapacitados sin empleo, y los familiares de los mártires revolucionarios.
Se están haciendo más esfuerzos para mejorar el sistema de servicio médico cooperativo, de tal manera que en 2010 el sistema, enfocado en las enfermedades graves, pueda cubrir a todos los campesinos y pastores de la región autónoma.
A finales de 2004 el Tíbet tenía 1.326 instituciones de sanidad, entre ellas 764 hospitales y dispensarios, 79 instituciones antiepidémicas y de prevención y tratamiento de enfermedades y 55 centros, clínicas y estaciones de maternidad e infancia. Había 6.413 camas clínicas, incluidas 4.238 de los hospitales, y 8.569 trabajadores sanitarios y técnicos relacionados, incluidos 3.447 médicos de profesión. En otras palabras, había 2,34 camas clínicas y 3,13 trabajadores sanitarios y técnicos relacionados por cada mil habitantes.
Más Ancianos de Cien Años
El constante desarrollo de la salud pública y el seguro de vejez mejorado han proporcionado garantías confiables para la salud de los tibetanos. Sus expectativas de vida promedio se han elevado de los 35,5 años de cinco décadas atrás a los 67 en la actualidad. El número de centenarios en el Tíbet aumentó de los 57 en 1991 a los 116 en 2002, el récord más alto en la historia del Tíbet.
Hoy día, el Tíbet es una de las provincias y regiones autónomas con más personas de cien años. En comparación con la media de 6,4 centenarios por cada millón de personas en toda China, la cifra es 44 en la región autónoma.
Inmunización Total Planeada para Niños
En 1986 el Tíbet emprendió de manera total la inmunización planeada para niños. Desde entonces, la incidencia de las enfermedades tales como el sarampión, la tuberculosis, la difteria y la tos ferina, fácilmente contraídas por los niños, han bajado drásticamente.
Objetivos del Desarrollo
Conforme al plan del Tíbet para el desarrollo de la salud pública en 1996-2000 y hasta el 2010, la región establecerá un sistema de servicio de salud pública con la integración de la prevención de enfermedades, el cuidado de la salud y la supervisión higiénica, adecuado al desarrollo económico y social. Se espera que el sistema mejorará significativamente las condiciones de salud en las áreas agrícolas y ganaderas, permitirá a todos disfrutar el cuidado elemental de la salud, satisfará la demanda de servicio sanitario de los diferentes grupos humanos, y mejorará la salud de los miembros de todas etnias en la región. Al mismo tiempo, se han formulado estrategias correspondientes.
En cuanto a los índices de salud, las expectativas de vida media deberían elevarse de los 67 años en 2000 a 69-70 en el 2010; la mortalidad infantil debería bajar en un tercio en 2000 desde el nivel de 1990 y volver a bajar en un cuarto en 2010 desde el nivel de 2000; la tasa de muerte de los niños menores de cinco años debería descender en un tercio en 2000 desde el nivel 1990 y bajar de nuevo en un quinto en 2010 desde el nivel de 2000; y la tasa de mortalidad de las embarazadas y parturientas debería recortarse en un 50% en 2000 desde el nivel 1990 y bajar otra vez en un tercio en 2010 desde el nivel de 2000.
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