Los economistas tratan de crear un modelo académico observable, asimilando la modalidad de la reforma progresiva pragmática de China y la radical de Rusia, al convertirse en una economía de libre mercado. El “tratamiento de shock” de Rusia fue promovido en momentos en que los mercados de capitales del mundo esperaban para entrar en el país. Con un pleno influjo de capitales, ese tratamiento ayudaría a reducir al máximo el sufrimiento del cambio de modelo. La confianza en la reforma gradual consiste en la propia gran estructura de la economía y los resultados serán comprobados por la demanda interna.

Como una economía pequeña y cerrada, Cuba no tiene el potencial de China o Rusia, ni puede lograr el “milagro” al copiar sus modelos, con excepción de vivir en paz durante 60 años sometida al bloqueo económico y la hostilidad política del poderoso vecino del norte.

La celebración del VI Congreso del PCC, con 14 años de retraso, el día en que se conmemora la victoria de Playa Girón, sitio donde fue derrotada la invasión de Bahía de Cochinos, no fue una simple coincidencia. La ideología continuó siendo la prioridad de la agenda y el objetivo final de la reforma económica es defender el socialismo, con los resultados primero, seguidos por el proceso. Aparentemente la reforma de Cuba es una reforma económica que no atañe al sistema político.

En cuanto al periodo de ejercicio del cargo de los dirigentes políticos que planteó Raúl, es necesario analizar si se trata o no de una reforma del sistema político, pues la forma en que aparecerá el sucesor es más importante que el periodo de duración.

Aunque Estados Unidos mantiene un bloqueo contra Cuba que dura ya medio siglo, la isla ha continuado apostando por una economía cerrada. Cabe discutir cuán grande es el impacto del bloqueo. Desde el punto de vista de la estabilidad, la política de Washington no ha hecho mella en la base política cubana.

Sin embargo, el enfrentamiento entre una parte abierta y otra cerrada, hará vacilar a una de las dos partes. Si las dos partes son abiertas, una será absorbida o se fusionará con la otra. Se puede decir que en la actualidad la mayor flexibilidad de la economía privada y la inversión y el llamamiento a la eliminación de la práctica de comer todos por igual de una misma olla corresponden solamente a la “apertura al interior” y están lejos de la reforma de apertura del mercado al exterior implementada por China, Vietnam y otros países.

En este sentido se puede afirmar que Cuba no tiene aún un modelo que imitar, aunque Raúl se muestre muy interesado en los resultados de la reforma de esos países amigos. Lo que pueden hacer los dirigentes cubanos es formular el slogan de reforma “peculiarísima” y resolver la actual crisis (en vez del problema a largo plazo), conforme a las medidas de características cubanas.

Los artículos de opoinión reflejan los puntos de vista de sus autores, no necesariamente los del China.org.cn.

 

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