Medidas clave
Para lograr el objetivo de 300.000 turistas del país asiático en 2012 y un millón en 2020, el plan incluye numerosas medidas, como el incremento de las campañas publicitarias sobre España en China, la publicación de guías informativas en chino, la formación de personal bilingüe para atender a los viajeros.
La adaptación de la oferta turística es esencial; el propio embajador de China en España señaló que la oferta de sol y playa, la que más caracteriza al turismo ibérico, no es precisamente la más llamativa para los chinos. Los expertos recomiendan combinar cultura, naturaleza y gastronomía para ofrecer un paquete atractivo a los viajeros chinos.
El turismo de compras debería ser otro de los puntos fuertes, pues muchos chinos acuden a Europa con la intención de poder adquirir productos que suelen ser más caros en China, como ropa de marcas internacionales. De hecho, los turistas chinos suelen gastar más (2.000 euros) que la media de otros países en sus desplazamientos al exterior.
La publicidad y las campañas de promoción son, obviamente, la herramienta esencial. El pabellón de España en la Expo de Shanghai ha jugado un papel destacado en la propagación de la imagen del país en China y en especial en una ciudad, Shanghai, donde hay un gran número de ‘nuevos ricos’. Algunos factores que podrían parecer irrelevantes en principio pueden ser aprovechados como punto de arranque para una campaña turística, como la victoria de la selección en el Mundial de fútbol.
La mejora de la llamada ‘marca-país’ es esencial. Los chinos, como hemos visto, visitan países europeos que en su imaginario se corresponden a la idea de lugares desarrollados, modernos y con alto bienestar. Por eso es necesario que en esas campañas España sepa venderse como país pujante y de vanguardia.
Otro de los factores a tener en cuenta es las épocas de llegada. Los turistas chinos no tienen vacaciones tan flexibles como otros países y sólo pueden viajar a destinos más alejados en periodos vacacionales relativamente largos, como el Año Nuevo Chino (entre enero y febrero), el Día Nacional (entorno al 1 de octubre) y otras fiestas aisladas como el 1 de Mayo. Estas fechas son consideradas como ‘temporada baja’ en España, lo cual supone en cierta forma una ventaja, ya que permitiría desestacionalizar las llegadas y adaptar los servicios de forma más específica para los turistas chinos durante esas fechas en aspectos como los horarios de comidas (más tempranas que en España).
Alianzas necesarias
También debe considerarse el hecho de que, para muchos de los chinos que visitan Europa, el viaje conlleva un gasto considerable que podrán permitirse muy pocas veces en sus vidas; por ello muchos optan por visitar varios países europeos de una vez.
En este sentido, es necesario que España alcance acuerdos conjuntos con países turísticamente potentes de su entorno como Francia, Italia o Portugal, para lanzar paquetes turísticos concretos que reunan los tres destinos para hacerlos más accesibles al lejano mercado chino.
Ya se han dado pasos en esta materia y en septiembre pasado España, Francia e Italia firmaron un acuerdo para establecer un plan de promoción conjunto en varios países –incluyendo China- bajo la marca ‘European Passion’, que combina lo más atractivo de cada país y que se ofrecerá a través de turoperadores locales de esos países, según anuncio el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida.