Artículo original publicado por Fu Wen y Kang Juan en Global Times el 5 de mayo de 2010.

La juventud china se está volviendo cada vez más aventurera en el terreno sexual, pero su ignorancia en la materia constituye el gran reto que es necesario superar. Esto es al menos lo que muestra la primera encuesta nacional sobre el acceso de los jóvenes a la salud reproductiva en China cuyos resultados fueron publicados el pasado martes. El estudio basa sus conclusiones en la elevada demanda existente de servicios de asesoramiento y tratamientos por parte de este colectivo.

Los resultados preliminares de la encuesta, realizada por el Centro de Investigación de la Población de la Universidad de Pekín, muestran que la mayoría de los 164 millones de jóvenes solteros de entre 15 y 24 años de la China continental están abiertos al sexo antes del matrimonio. Dos tercios del total dicen aceptar este tipo de comportamiento o no oponerse al mismo, mientras que un 22,4 por ciento han manifestado haber tenido ya relaciones sexuales.

En contraste con la tolerancia respecto al sexo que demuestran los jóvenes en sus declaraciones, tan sólo un 4,4 por ciento de los encuestados demostraron tener conocimientos adecuados sobre sexualidad y salud reproductiva, mientras que sólo un 14,4 por ciento tenían conocimientos sobre la transmisión y prevención del VIH.

La encuesta, en la que participaron 22.288 jóvenes solteros en 30 provincias de la China continental (no se recogen datos de la Región Autónoma del Tíbet) demuestra que cerca del 60 por ciento de los que desearían recibir asesoramiento y el 50 por ciento de los casos que requieren de tratamiento no acuden a los especialistas. El primer motivo es la vergüenza, seguido de una percepción por parte de la persona afectada de que su situación no es lo suficientemente grave y el no saber a quién acudir en busca de ayuda.

Este desconocimiento tiene como consecuencia un comportamiento sexual de riesgo, que desemboca en embarazos no deseados y transmisión de enfermedades venéreas. Más de un 50 por ciento dicen que no han utilizado ningún método contraceptivo durante su primer encuentro sexual, y entre las mujeres sexualmente activas el 21,3 por ciento dice haberse quedado embarazada de forma accidental, habiendo recurrido al aborto un 91 por ciento de ellas.

Li Bian, director del Centro para la Educación y prevención del SIDA entre la Juventud China (APECY), fundado por la Federación de Caridad China y la Asociación de Educación China, ha dicho a Global Times que no estaba en absoluto sorprendido por los resultados, y que estos son la expresión de una tendencia preocupante entre los jóvenes chinos. Li comenta que muchas de estas adolescentes que se quedan embarazadas en estas condiciones se sienten demasiado avergonzadas como para acudir a sus familias en busca de ayuda, y muchas acaban acudiendo a clínicas ilegales en las que tienen grandes probabilidades de contraer enfermedades o sufrir otro tipo de problemas, como el caso de una muchacha a la que se le tuvo que extirpar la matriz como consecuencia de una operación realizada por un médico sin la cualificación necesaria.

Zhao Long, un estudiante de 23 años del Colegio Deportivo de Tianjin, comentó a Global Times que está abierto al sexo antes del matrimonio, pero que no tiene muy claro el daño que puede causar a una mujer joven abortar como consecuencia de un embarazo no deseado. Zhao comenta también que sus primeros conocimientos sobre sexo provienen de los anuncios de televisión sobre el uso del preservativo como forma de prevención del SIDA que se empezaron a emitir cuando estaba en la escuela secundaria. Además, dice Zhao, la educación sexual en las escuelas es algo inusual, y sólo recuerda haber tenido una clase en la materia en el colegio, mientras que las clases de educación sexual que se suponía debía tener en el instituto y la universidad fueron canceladas. Zhao añade que al menos tres chicas de su colegio se han quedado embarazadas este año sin haberlo planeado.

De acuerdo con la encuesta, los libros y revistas, Internet, los amigos, compañeros de clase y profesores, las películas y la televisión son las cinco fuentes de información más importantes a través de las cuales se puede acceder al conocimiento de los jóvenes en cuestiones de salud reproductiva, y el bajo nivel de conciencia entre los jóvenes en la materia podría ser una consecuencia de la inconsistencia de la información que se ofrece a través de estos canales.

Qi Suyuan, doctora de la Escuela Superior Bayannaoer de la Región Autónoma de Mongolia Interior, dice que recibe por lo menos un informe de embarazo accidental al año en su escuela, aunque cree que el número de casos podría ser incluso superior. Qi dice que hay que poner más énfasis en necesidad de impartir clases de educación sexual en las escuelas, a pesar del obstáculo que supone la tradicional reticencia a hablar de sexo en público para promocionar este tipo de programas. Qi añade que ella misma ha impartido clases de educación sexual a más de 3.000 estudiantes, separados por sexos, en la escuela, pero que la información que han captado de esas clases es muy limitada.

Chen Gong, un profesor especializado en estudios de salud y población de la Universidad de Pekín que ha participado en la encuesta dice que la investigación en múltiples campos y la cooperación entre los diferentes departamentos gubernamentales es esencial para proporcionar a los jóvenes la información que necesitan. Chen añade que primero es necesario respetar a los adolescentes, entender qué es lo que hay en sus cabezas y encontrar cual es la mejor manera de informarles, y que esta es una tarea que probablemente requeriría de la creación de un departamento especializado en la materia por parte del gobierno.

El Ministerio de Educación, precisamente, publicó en 2008 nuevas directrices en lo que respecta a la educación sexual en las escuelas, estipulando que los centros de primaria y secundaria de todo el país deben incluir en sus currículos enseñanzas sobre el cuerpo humano, incluyendo los aparatos reproductivos.

Li, sin embargo, comenta que debido a la negligencia imperante hasta ahora en materia de educación sexual, los cursos que se imparten están muy mal diseñados y son incompletos, cubriendo únicamente el aspecto biológico. Li añade que otro gran problema es la falta de personal cualificado, y que una solución a esto es crear una carrera especializada en educación sexual en las universidades. Por su parte, la APECY ha establecido un centro de educación sexual en Chengdu, capital de la provincia de Sichuan, para ayudar a la formación de profesores en la materia. El modelo ha resultado bastante exitoso, y el proyecto ya se está trasladando a otras ciudades de todo el país.

Durante los últimos 10 años, los preservativos también han estado presentes en las universidades, pero únicamente en las esquinas más escondidas del campus, como en las oscuras escaleras de los hospitales universitarios.

Zuo Xuan ha contribuido a este artículo.