Un funcionario sanitario de China ha expresado su preocupación por la salud mental de los supervivientes del terremoto de 7,1 grados en la escala de Richter, que sacudió la provincia noroccidental china de Qinhai el pasado 14 de abril, asegurando que la posibilidad de que se comentan suicidios no puede ser descartada.

Liang Wannian, director de la oficina de emergencias del Ministerio de Salud Pública, hizo estos comentarios en respuesta a una pregunta sobre la posibilidad de suicidios, formulada por un periodista en una rueda de prensa celebrada hoy viernes en Beijing.

Según Liang, el ministerio ya ha enviado a expertos psicólogos a la zona para que pongan en marcha un plan de recuperación psicológica, y para que a su vez formen a los trabajadores sanitarios locales para que lleven a cabo esta importante tarea.

El ministerio ha ayudado a capacitar con conocimientos de orientación psicológica a 186 profesionales familiarizados con el idioma y las costumbres de la región. Este grupo ya está ofreciendo tratamiento psicológico a los supervivientes del seísmo, a los familiares de las víctimas, así como a los rescatadores, afirmó Liang.

Además de los profesionales formados por el ministerio, los gobiernos locales, las comunidades y los voluntarios también han ayudado, aseguró la misma fuente.

Liang enfatizó la necesidad de que los niños afectados por el terremoto se recuperen del trauma psicológico, en especial aquellos que han quedado huérfanos tras el seísmo, a lo que añadió, que se les facilitarán las medidas necesarias y específicas para superarlo.

Hasta las 17:00 horas de ayer jueves, el desastre había acabado con la vida de 2.187 personas. Fin