BEIJING, 11 mar (SPANISH.CHINA.ORG.CN) - Los países ricos no sólo son responsables del CO2 que se emite dentro de sus fronteras; los bienes importados que sus ciudadanos consumen también generan CO2 al ser producidos en otros países, por lo que también son responsables de esas emisiones que se producen fuera de sus fronteras.
“Se ha prestado mucha antención al CO2 emitido directamente por cada país, pero se ha tenido muy poco en cuenta la cantidad de emisiones asociadas al consumo de bienes y servicios en cada país”, es lo que se afirma en el estudio publicado este mes de marzo en ‘Proceedings’, la revista de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Sus autores, Steven Davis y Ken Caldeira, han utilizado en él datos de 113 países y más de 50 sectores industriales y afirman que el recuento de emisiones de CO2 basado en el consumo difiere de las formas de recuento tradicionales basadas en la producción debido a las importaciones y exportaciones de bienes y servicios, que directa o indirectamente conllevan emisiones de CO2.
A la luz de esta lógica, los bienes consumidos, por ejemplo, por cada habitante de Europa occidental conllevarían emisiones de hasta 4 toneladas de CO2 en otro país.
Por otra parte, el estudio, además de poner en evidencia el consumo excesivo de los países occidentales, también implica el modelo productivo de alto consumo energético de los países productores.
China, como mayor exportador mundial, sería el mayor receptor de esas emisiones ‘derivadas’; en concreto, casi la cuarta parte de las emisiones del país asiático, según el estudio, se derivarían de la producción de bienes destinados a la exportación a países desarrollados.
“Compartir la responsabilidad de las emisiones entre productores y consumidores podría facilitar un acuerdo internacional sobre política climática global, algo que ahora resulta difícil por las preocupaciones sobre la igualdad histórica de las emisiones”.