El cambio de China hacia el crecimiento bajo en carbono será perfilado este año, de acuerdo con lo que la nación ha informado a las Naciones Unidas en sus objetivos de reducción de la emisión de contaminantes doméstica para 2020.
2010 será crucial para el concienzudo cambio del país hacia una economía baja en emisiones, según los expertos.
Como el 11º Plan Quinquenal (2006-10) está a punto de llegar a su fin, cabe empezar a trabajar en detallar aún más la hoja de ruta para hacer realidad las reducciones de la intensidad del carbono en los 12º y 13º planes quinquenales, a pesar de que el cumplimiento de dicho objetivo es voluntario.
"China se esforzará por reducir sus emisiones de dióxido de carbono por nivel del PIB en un 40-45% para 2020 en comparación con los niveles de 2005”, según la National Development and Reform Commission (Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo, NDRC en sus siglas en inglés), la agencia de planificación más importante del país, en una carta a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.
En su carta, la NFRC también comentó que China “acrecentará la participación de combustibles no fósiles en el consumo energético primario alrededor de un 15% en 2020 y aumentará la cobertura forestal en 40 millones de hectáreas y el volumen de reservas forestales en 1,3 millones de metros cúbicos para 2020 en comparación con los niveles de 2005”.
Según Jiang Kejun, investigador del Energy Research Institute (Instituto de Investigación Energética) de la NDRC, “las reducciones en la intensidad del carbono tendrán una gran influencia en el crecimiento económico de China”.
“Los sectores que tengan que ver con la energía se habrán de preparar para el incremento de costes derivados de la mejora de su eficiencia energética. Tendrán que tomarse en serio el aviso del gobierno y estar preparados tan pronto como sea posible”.
Como el objetivo nacional a medio plazo ha sido claramente especificado, los expertos en climatología y energía trabajan para racionar los cortes en las emisiones de carbono a medio plazo entre las diferentes regiones.
Jiang añadió que “el conseguir que las regiones respalden compartir de manera justa y razonable las reducciones en las emisiones, lo cual no era todavía un objetivo en firme durante el 11º Plan Quinquenal, es un reto que requerirá esfuerzos considerables”.
El objetivo de reducir la intensidad de carbono a medio plazo será una de las pautas domésticas, legalmente vinculantes, a seguir para el desarrollo económico y social de China, explicó uno de los mayores expertos en energía del país.
He Jiankun, vicepresidente de la Comisión de Expertos sobre el cambio climático de China, ha liderado un equipo de investigadores a la hora de trazar el mapa de control energético y de emisiones de gas de efecto invernadero en 2020 para el desarrollo de las políticas gubernamentales del Gobierno chino.
“Para asegurar la consecución de dicho objetivo, China tendrá que establecer un sistema estadístico de control y evaluación transparente y justo”, añadió.
"La iniciativa de China pretende pues hacer realidad el desarrollo sostenible y mitigar así el cambio climático”, dijo. “Dicho objetivo se alinea a las condiciones de base del país, que es el proceso de industrialización”-
Apuntó además que el establecimiento de objetivos ayudará a China, el mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, pasar de un modo de desarrollo no sostenible a una nueva vía verde de ahorro energético.
Añadió que el haber elegido distanciarse del camino tomado para el desarrollo de los países ricos, se trata de un paso adelante para China, país que se encuentra en medio de su proceso de industrialización.
El cambio, dijo, tendrá un coste estimado de inversión adicional de 1 billón de yuanes (147.000 millones de dólares) por año.
"En comparación con el de los países ricos, que han terminado su proceso de industrialización, el objetivo que China se ha propuesto resulta verdaderamente ambicioso y desafiante", señaló.